Siete Mares

Utilizamos el servicio de delivery propio del restaurante... De entrada pedimos almejas en salsa rojas... Excelentes almejas, de buen tamaño y la salsa roja correcta, con ajo y trozos de tomate... Plato fuerte pedimos Paella Marinera, una de las mejores que he probado, con buena humedad, la proporción adecuada de mariscos y vegetales... Perfecto el sazón... Full recomendado.... La comida llego caliente y con buen empaque y de calidad. Lo recomiendo sin duda en estos momentos de pandemia, por la atención y buena disposición, adicional de la comida, que estuvo muy buena.

Me encanta el ambiente muy relajado y elegante excelente la atención del personal y la manera de sugerir y complacer al cliente me encanto la comida deliciosa saborea muy bien logrados lo recomiendo totalmente

Es un restaurant que su menu ha decaido mucho, la comida y el servicio. Es una lastima ya que gozaba de gran prestigio el cual ha desaparecido. No me atrevo a recomendar ningun plato.

Un restaurante tan bueno como el primer día que abrió en su local anterior. Se renovaron a través de los años pero manteniendo la calidad de sus platos. Me encanta la Parrillada de Mariscos y el Trío Grstinado Siete Mares. Mariscos siempre frescos y siempre ricos

Solía visitar Siete Mares recién llegado a Panamá tantos años atrás. Me encantaba el local y la comida siempre ha sido bastante buena. Su punto débil siempre fue el servicio razón por la cual dejé de frecuentarlo y no existía como ahora redes sociales para comentar. Varios años después empiezo a ver en Degusta su nombre entre los mejores ranqueados por lo que decidí hacer una reserva para un encuentro de negocios. Me sorprendió encontrar todo como la última vez que fui, el barman sin idea de como preparar unos básicos Gene Tunney o Cuba libre en unos vasos no adaptados ni al nivel del restaurante ni a la coctelería moderna, la misma decoración elegante, sobria, clásica, la comida muy buena (las croquetas y camarones al ajillo, espectaculares y el mero en sus diversas presentaciones de primera), el servicio disperso teniendo en varias ocasiones que alzar los brazos para llamar la atención de los mesoneros, en fin, después de varios años, nada ha cambiado.