Siete Mares

Este restaurante tiene una tradición de buena comida y buen servicio pero me da la impresión que “se han dormido en sus laureles” porque no veo ninguna novedad en el menú ni detalles en la presentación de las comidas. Cometieron lo que me parece imperdonable ya que solicite una langosta a la thermidor, la pedí acompañada de papas fritas, y me trajeron papas fritas de esas congeladas tipo Mc Donald, las que qué cambiaron por arroz a solicitud mía

El ambiente me encanta, musica de piano en vivo. Iluminación relajante y sillas cómodas, las pastas deliciosas un buen marisco fresco siempre. Buena variedad de vinos.

Un clásico de clásicos que mantiene su carisma, deliciosa comida y un buen ambiente. Tambien disfruté de la música de piano en vivo

Desde las luces, el ambiente acorde con el tema, la música que neuronalmente da una sensación de calma; la calidad del servicio, la rapidez en la entrega de los alimentos ordenados; todo esto integrado me permitieron tener una excelente experiencia. El personal muy capacitado y orientado al servicio. La entrada fue almeja (Recomendado), plato fuerte cazuela de marisco y linguini (Sabor Magistral). Muy buena experiencia. Lo recomendaría mil veces. Sin mencionar que recibimos un flan de la casa por cumpleaños acompañado con la música en el piano.

Siete Mares es uno de esos restaurantes clásicos, que tienen años en el negocio y se mantienen por que son buenos. Un menú variado, diferente; atención buenísima, como los restaurantes de otros tiempos; el ambientes es elegante y moderno. Pedimos Bacalo y estuvo bueno. Los langostinos a la plancha, buenísimos y es la porción de langostinos más grande que he visto en un restaurante: full recomendado. Buena carta de vinos y a precios razonables, para diferentes gustos y presupuestos.