Segundo Muelle (San Francisco)

Empezaré confesando que éste es mi restaurante favorito en Panamá y lo ha sido durante varios años. Yo di inicio a mis comentarios en Degusta con este lugar y sigue siendo un placer visitarlos. Con el pasar del tiempo han ido renovando la carta y recientemente parte del local, pero la comida y la atención siguen siendo impecables. Platos recomendados: la causa de cangrejo, la plancha batayaki, la plancha anticuchera y las conchas a la parmesana, entre muchos otros. Lo recomiendo para ir con familia, amigos, la pareja e incluso para hablar de negocios.

La comida es muy buena, aunque un poco costosa, utilizan ingredientes de buena calidad y es un lindo lugar para ir con amigos y familia. Si no quieres tener que esperar en la entrada es mejor reservar, sin importar el día de la semana, este lugar siempre esta lleno. Tienen una mesa baja que es un poco incómoda para comer, pero de resto recomiendo este lugar.

Segundo Muelle, en mi humilde opinión, es el mejor restaurante peruano en Panamá. Conozco al dueño personalmente y es una persona muy agradable que siempre que vamos nos da algún tipo de atención como un postre o un drink. Las conchuelas a la parmesana son excepcionales y las recomiendo mucho pedirlas como entrada. El trío de ceviches también es espectacular. Como plato principal, me gusta pedir la corvina a lo macho. La salsa con la que viene tiene un sabor muy bueno y los mariscos están siempre frescos. Mezclada con el arroz, es perfecta. El ambiente del local de balboa boutiques me parece que es mucho mejor. Por lo que desde que abrió, tiendo ir más a esa sucursal.

Tradicional y, prácticamente clásico, de la comida peruana. Sin embargo, siempre se mantiene a la vanguardia y es una excelente opción a considerar en cualquier ocasión, tanto con familia, con clientes, o con amigos. Este restaurante lleva muchos años ofreciendo platillos de primera calidad, y, uno de los aspectos que hacen que su competencia se quede rezagada, es la frescura de los ingredientes. Muy pocos ceviches (o cebiches, como escribiría un peruano) sabrán como si se lo sirvieran un fin de semana en una playa del Perú. Su carta es muy amplia y digna para satisfacer gustos y antojos de todo tipo. Pese a la variedad, se puede decir que en este lugar saben hacer de todo, bien. En días y horarios concurridos, no hay que arriesgarse a presentarse sin tener reservación.

Este restaurante es garantía cuando uno quiere rica comida peruana. En esta visita probamos las gyosas rellenas de carne, conchitas a la parmesana, tallarines con pulpo y un risotto de quinoa. Todo estuvo excelente y el servicio fue super rápido y atento. Super recomendable.