Salsipuedes

De verdad que fue una desilusión este restaurante. El ambiente bonito decorado pero el aire pega en todos lados. De entrada pedi el lechon que estuvo un poco pasado de sal, el sour cream sabia pasado y nada fuera de este mundo. De plato fuerte la sopa de lenteja. A quien le puede salir mala una sopa de lenteja? Esta estubo malísima, tan mala que ni me la pude terminar. Alguien pidio la hamburguesa y ni se comio la mitad de lo mala que estaba. Las papitas vinieron aguadas y frias. La ensalada caesar con pollo vino sin el pollo, cuando se dieron cuenta mandaron un plato con pechuga. El servicio maluco, no rellenan los vasos, se llevan algunos platos y no vuelven por los otros. La verda que hubieran dejando barandas tal cual estaba. No vuelvo y no recomiendo

El brunch dominical es el mejor en Panamá, la comida es buenísima y el servicio mejor todavía. Buen ambiente familiar.

Si uno busca disfrutar de una buena comida y compartir de una buena conversación en un sitio tranquilo, este es el lugar perfecto. El ambiente es un poco frio, típico de restaurante de hotel. La carta es bien variada y los platos son presentados con mucha creatividad y elegancia. El servicio un poco lento pero siempre están pendientes de la mesa. El atún pasión y el filette de res, muy recomendados. Los postres estaban buenos pero pasados de nevera.

Me encantó el lugar. Tienen las mesas dispuestas de tal forma que se crean varios ambientes y se siente un tanto de privacidad en cualquiera de las mesas. La iluminación sobre las mesas hace destacar la presentación de los platos, es un restaurante de detalles. Los meseros muy atentos, educados a pesar de que estaba lleno el restaurante, y se nota que están muy bien entrenados, La comida fue la que me dejó pidiendo más, es posible que mis expectativas fuesen demasiado altas. De entrada probé el cocodrilo, pero como lleva la salsa agridulce el sabor me pareció muy similar al pollo agridulce de los restaurantes chinos. De plato fuerte probé el filete de pescado en salsa de tamarindo, estaba un poco simple. El arroz muy rico pero no sentí el plátano. Además tenía muy poco aguacate. Además probé de mi acompañante el tasajo de ternera lechal. Me pareció rico y con un sabor diferente pero empalagó un poco a pesar de que no comí mucho. La presentación de los platos destaca muchísimo. Se nota el estilo gourmet. Definitivamente volvería a probar otros platos ya que el menú es muy interesante. Ahh el pan de la casa de cortesía estuvo excelente acompañado de la mantequilla con ajonjolí finamente presentado.

El menú del restaurante está basado en su mayoría en platos inspirados en la comida típica de Panamá, claro está, transformados en comida gourmet, por lo cual las porciones servidas, no son exactamente las que nos encontramos en las fondas del interior de la República. Teniendo en cuenta que está ubicado dentro del hotel Bristol y que detrás de él está una renombrada chef de Panamá, los precios no me sorprendieron. El ambiente me pareció cálido y familiar. La atención, muy buena, amables meseros, que no hostigaban sin embargo siempre presentes cuando los necesitábamos. Aclaro ciertamente que en esta visita fuimos exclusivamente a probar la famosa hamburguesa preñada, la cual lleno bastante mis expectativas. Las papas fritas a pesar de ser pocas (venían dentro de un vasito de "raspao", tenían un sabor especiado que ninguno en la mesa logro adivinar...cilantro con ajo, quizá... La carne de la hamburguesa estaba realmente excelente. Buena sazón, jugosa, ciertamente me pareció la mejora carne de hamburguesa que he probado en Panamá. Al ser "preñada" la carne está rellena de queso manchego, espectacular combinación. El pan muy bueno, lastimosamente la carne era tan jugosa que la rebanada inferior se me ablando demasiado y me resulto un poco difícil terminarla de comer "elegantemente". La carta de postres, cuenta también con opciones de pedir varios postres para degustar. El capuccino, al nivel del resto de la comida. Valió la pena, regresaría para probar otros platos.