Me encantó el lugar. Tienen las mesas dispuestas de tal forma que se crean varios ambientes y se siente un tanto de privacidad en cualquiera de las mesas. La iluminación sobre las mesas hace destacar la presentación de los platos, es un restaurante de detalles. Los meseros muy atentos, educados a pesar de que estaba lleno el restaurante, y se nota que están muy bien entrenados, La comida fue la que me dejó pidiendo más, es posible que mis expectativas fuesen demasiado altas. De entrada probé el cocodrilo, pero como lleva la salsa agridulce el sabor me pareció muy similar al pollo agridulce de los restaurantes chinos. De plato fuerte probé el filete de pescado en salsa de tamarindo, estaba un poco simple. El arroz muy rico pero no sentí el plátano. Además tenía muy poco aguacate. Además probé de mi acompañante el tasajo de ternera lechal. Me pareció rico y con un sabor diferente pero empalagó un poco a pesar de que no comí mucho. La presentación de los platos destaca muchísimo. Se nota el estilo gourmet. Definitivamente volvería a probar otros platos ya que el menú es muy interesante. Ahh el pan de la casa de cortesía estuvo excelente acompañado de la mantequilla con ajonjolí finamente presentado.
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Platos recomendados
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Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Excelente comida!!!!!! Muy recomendado el lagarto, el tasajo, y la lechona deliciosa !!!!!!!
Fuimos al brunch servido. La comida tardo bastante y eso que estaba vacío.. comida nada especial filete res con pimienta muy cocinado y aunque lo pedí a opción del chef. Esperamos mas de media hora por la cuenta. Al reclamar nos dicen que los domingos no hay capitán y por eso todo tarda.
Fui a conocerlo hice reserva antes por si se llenaba, cuando llegamos estaba casi vacío pero al final de la cena estaba lleno. Primero el ambiente, es espectacular, buena iluminación, se puede conversar, la decoración impecable. La atención es buenísima, te responden cualquier duda y están pendientes de tu vaso de agua. Nunca tuve que pedir más. La comida es muy rica! Una comida panameña muy gourmet. Las porciones no son abundantes pero la calidad buenísima. Pedimos de entrada: sopa de lentejas (no gusto tanto ya que el chorizo le da un toque ácido) lechón asado (muy rico!! Con bollo) De plato fuerte probamos los langostinos y el filete a la pimienta. El filete esta super rico, suave y con buena sazón. Lo único que cambiaría sería el acompañamiento de papines.. realmente son más decorativos jaja Y de postre teníamos que probar el Baked alaska y esta perfecto! Brownie con 2 helados y envuelto en crema batida con sirope, super dulce!! Me gustó mucho el lugar y lo recomiendo para amigos, familia o parejas
Fuimos por primera vez este Restaurante, no acostumbro a ir a los restaurantes de los Hoteles porque me parecen algo fríos... pero el solo hecho del nombre de la reconocida chef Cuquita, me lleno de ganas para visitarlo. Debo empezar por el servicio... Ricardo (el que nos atendió) fue muy amable toda la distancia, conocía el menú de principio a fin (para mi esto es un súper plus!) y los platos que nos recomendó no decepcionaron... siempre estuvo atento y pendiente de la mesa, aunque hay que recalcar que no estaba muy lleno... En cuanto a la comida, las entradas fueron espectaculares, pedimos cocodrilo pintao de verde (algo picante, pero me gusta el picante así que no problema) y atún tartar, ambos deliciosos... de plato fuerte pedimos Langostinos (porción bastante generosa) y corvina en salsa de tamarindo, de postre el cheesecake de Ferrero Rocher... todo estuvo a la altura de las expectativas aunque los ganadores de la noche fueron las 2 entradas y el postre... En cuanto al ambiente y decoración van de acorde al tipo de restaurante y al nombre, recordando lugares y pequeñas historias de País.
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