Saint-honoré (Punta Pacífica)

Fui con unas amigas a desayunar y la comida en general estuvo buena, los dulces super deliciosos, pero el servicio a las mesas NULO. Casi parece un milagro que te lleven la comida a la mesa, porque ni te miran. Parece que tienen cero interés en que sus clientes se queden en el sitio consumiendo algo más.

Menos mal que sus propuestas son buenas porque si te dejas llevar por la atención, es probable que te vallas. El ambiente es otro tema a mejorar, sillas muy incomodas

podría ser un mucho mejor lugar para tomar un café. Comimos una empanada de pollo que sirvieron fría, así como los pasteles dulces. La calidad del café es baja, es el clásico café de máquina. Esperaba mucho más de la comida.

Con muchas buenas referencias decidimos visitar este restaurante para desayunar y quedamos encantados!! El plato que pedimos fueron unos huevos benedictinos con salmón que estuvieron de muerte lenta. Adicionalmente, nos atendieron bastante rápido, me encantó!!

La pastelería es deliciosa pero la atención francamente deja mucho qué desear. Tienen una terraza con mesas pero demuestran nulo interés por quienes nos sentamos allí y no están pendientes. Incluso sabiendo que estábamos en la terraza, cerraron sin avisarnos, con lo cual se perdió la oportunidad de hacer otra compra para llevar pues tampoco informaron cuál era su horario ya que en Degusta se señala que cierran a las 9:30pm.