Porky Lobster (Causeway)

Entrada: Boneless de langosta con papas fritas. Plato fuerte para compartir: Pedimos un Louisiana Bowl repleto de conchas de almejas, camarones y langostinos, mejillones, una langosta, un chorizo, abundante salsa y dos maíz. Bebidas: Gintonic de limón y margarita Los boneless y las papas muy ricos. El Louisiana Bowl no nos gustó porque no había variedad de mariscos, los mejillones se sentían resecos, la langosta pequeña, las conchas de las almejas eran chicas, y la salsa muy básica con sabor a consume de marisco nada especial. Sugerencia: En vez de rellenar con tanto camarón variar con anillos de calamares o arañitqs, conchuela o trozos de pescados. El GinTonic y la margarota malos los dos. Atención y ambiente excelente

el servicio pésimo, ya estaba hecho el pedido y posteriormente llegaban de la cocina que no había wings, que no había arroz, y por último que no había camarón aunque pudo ser circunstancial, lo que no es , es el mal servicio, nadie para dar explicación, demora en comenzar, no lo recomiendo a no ser que quieras ser mal tratado.

La experiencia fue excelente, pedimos el Louisiana Bowl (la opción para 5 personas), muy rico!, sangría y jugos, el cheesecake de fresa delicioso. La atención fue 10/10 y el área de la terraza una vista espectacular (fuimos en la tarde-noche). Recomendado!

Fuimos 3 personas y pedimos un Luisiana Bowl, que sabía delicioso oero las mazorcas por fuera estaban calientes, oero al morderlas aún estaban CONGELADAS y los camarones no estaban cocidos (peligroso). Le dijimos a la chica que nos atendía y ella fue sumamente amable y servicial, enseguida se llevó el bowl y nos trajo uno nuevo y de paso junto a las disculpas, nos regaló una orden de yucas fritas (un buen gesto), esta vez revisamos bien antes de comer y ya los camarones estaban cocidos, la mazorca super caliente pero al morderla, seguía fría... También pedimos Boneless de Langosta, estaban vastante ricas oero nada del otro mundo, adicional una orden de patacones. La experiencia de ponerte un enorme babero y comer con las manos (te regalan los guantes y baberos desechables) fue sumamente divertida y nos dió un buen rato de risas. Pienso volver, porque me encantó el Louisiana Bowl, solo que la próxima vez revisaré bien antes de probar el primer bocado.

Uno de los mejores restaurantes de marisco que he probado, excelente atención, ambiente y su plato insignia estaba riquísimo de muerte lenta full recomendado y repetible.