Pisco y Marisco

Un restaurante muy bien ubicado, con tremendos chefs, y personal atendiendo! lugar majestuoso, que te transporta al Perú desde que ingresas al local con una arquitectura tremenda a base de trabajos específicos en el entorno. Menú Súper variado, todo realizado al instante y muy fresco; me encantó la comida 9/10! me quedo con el Orzo Mar y tierra, sin palabras! Tienen una picada para entrada de llama Piqueo X4 tremennnnda q incluye 2 tipos de ceviches,langostino y camarones! hay un tiradito de pez fuera de este mundo y un mixto de ceviche ufff 10/10, platos fuertes exquisitos, y el postre ni se diga 10/10, buen turrón y un suspiro limeño de dulce de leche con fresas a otro nivel!! Gran experiencia con un muy buen personal atento en todo momento! Definitivamente Vuelvo!

La decoración y el ambiente del restaurante esta top!! estaban ricos los platos que pedimos y los que nos atendieron muy amables! lo recomiendo!

Visitamos por primera vez e íbamos muy emocionados por las recomendaciones dadas al local, cuyo ambiente es muy lindo y pintoresco y la atención del mesero principal muy esmerada, pero la comida no fue de nuestro agrado. No tenía los sabores peruanos tradicionales y nos pareció se inclinaba mas hacia la fusión, pero los sabores fallaron en la mayoría de los platos que pedimos. Quizas fue ese día en particular, pero no nos mató la comida para regresar y además los precios muy elevados para la cantidad ofrecida.

El local súper cute y el servicio excelente. Comida muy rica a precios muy razonables. Comimos un ají de langostinos por $17 delicioso y un tuna Tataki también muy rico. Y el pisco es obligatorio! Recomendado.

Me quedo sin palabras para describir el restaurante. La atención fue muy buena, super atenta y muy descriptivos con cada plato. Las entradas estuvieron muy deliciosas siendo mi favorita la canastica de gyozas rellenas de un cremoso pollo a la huancaina, sus cócteles muy bien elaborados a base de pisco donde destaco el margarita peruano que era dulce pero con un borde de tajín y limón que creaban un contraste entre lo dulce, lo salado, lo ácido y lo picante. Ell plato fuerte fue la estrella de la noche, el Orzo de mar y tierra, el cual es una explosión de sabores para el paladar, contando con una cama de pasta en leche de coco de una textura suave, sobre ella una porción balanceada entre langostinos frescos y filete de res tierno y jugoso, y un toque crocante gracias a una corona de finas gyozas. Finalmente, un postre cremoso con fresas frescas conocido como Suspiro Limeño para cerrar con broche de oro. De principio a fin, toda una experiencia que todos deberían vivir.