Es una maravillosa panadería Hicimos una primera visita añorando ratos maravillosos en París. Muy bueno como cafetería y salón de te. En la segunda visita almorzamos y la comida no nos sorprendió, no está mal, tampoco se destaca. El servicio es muy desordenado y al pagar todo se vuelve caos. En el pollo rostizado las papas tenían un fuerte sabor a gas. La sopa de cebolla estaba muy escasa de vino. Tal vez volvamos ......
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Pedimos la sopa de cebolla ($12) y la ensalada de cabra (aproxima $12) La sopa de cebolla viene servida en un bowl de pan que luego puedes comer; La ensalada de cabra la tropicalizaron agregándole mango, palmito y aguacate. Ambos platos olvidables. El pan de la casa está bien pero nada parecido a una baguette comprada en Francia. Servicio placentero.
Merendamos con unos amigos, algunos dulces, jugos y café. Al éclair de chocolate le falta sabor a chocolate. El café nada impresionante. Hay muchas mejores opciones para una merienda.
Me encanta la ubicación también la decoración y el ambiente pero los precios no están acorde para una calidad bastante normal
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