PAUL (Multiplaza)

Pedí wrap de pollo, cambié papa frita x puré, de postre capuchino red velvet y macaron de café. De 10 daría 8.5. No me puedo quejar, no esta exquisita pero bien.

el lugar es muy lindo, la comida también es muy buena. eso si es un poco caro. pero vale la pena ir a tomarse un café con un postre

Todo en este restaurante parece estar bien (la comida, la presentación de los platos, el servicio) hasta que viene el momento de pedir o pagar la cuenta. SIEMPRE me pasa, hay que esperar mínimo 30 min para que vengan a cobrar y esta vez no fue la excepción. Esperé (porque puse un timer) 42 min para que me vinieran a cobrar. Qué pereza la verdad.

El día Sabado 15 de octubre fui a almorzar una sopa de cebolla en este restaurant, porque sé que son deliciosas. La mesera que me atendió lo hizo de la manera adecuada, incluso hizo una excepción sirviendome la sopa en taza y no en el pan que es como ellos la ofrecen. La sopa estuvo muy rica. Me dispuse a solicitar la cuenta y le pedi a la mesera que iba a pedir unos postres para llevar y que los iba a seleccionar, me levanté de la mesa para ir a solicitarlos y cuando regresé a la mesa se llevaron un agua mineral sin gas que me estaba tomando (primera falla). Al regresar al sitio de los postres a buscarlos para irme, me doy cuenta que hay una joven AGARRANDO CON LA MANO los macarrones que habia solicitado y pagado. Le reclamé que por qué los estaba tomando con la mano a lo cual me respondio: y quien es usted?, a lo cual respondí: la que se va a comer los macarrones que usted está tomando con la mano. Esta joven jamás se imagino que yo la estaría observando. Ella comentó en tono ironico: yo tengo las manos limpias.... En la discusión se acercó un chico que andaba vestido de negro a tratar de mediar en el problema, y le dijo que se pusiera los guantes para servir los postres. Me pregunto: donde estan los procedimientos de manejo de alimentos de este restaurante?, si esto lo hacen en la cara de los clientes no me quiero imaginar como será en la cocina que no vemos. Deja mucho que pensar de las condiciones de aseo, limpieza, y manejo correcto de la comida este restaurant. Una verdadera verguenza. Deben trabajar en el correcto entrenamiento de su personal y hacer seguimiento de que cumplan las normas emitidas en este sentido por el órgano competente de la Ciudad de Panamá.

La comida es muy buena; la atención también, pero demoran un poco. El lugar es chevere para sentarse a tomar un café.