Hace unas semanas atrás visitamos este restaurante para celebrar el cumpleaños de un amigo, fuimos a cenar 12 personas, con reserva anticipada, pedimos varias botellas de vino, sodas, cervezas.
El servicio fue más o menos, ya el salonero encargado, que también parece ser el capitán, tiene complejo de militar y nos habló muy tajante.
El problema mayor fue a la hora de ordenar la comida, pues varias personas querían pizza y ellos simplemente dijeron que no había masa para pizza, algo que nos pareció de muy mal gusto ya que parece que este restaurante tiene por mala maña, decirles a sus comensales que no hay pizzas cuando la reserva es mayor a 4 personas, para que los comensales tengan que inclinarse a pedir platos más caros.
Al parecer esto ha ocurrido en varias oportunidades.
Está muy mal esa estrategia.
El ambiente si es muy ameno, es un lugar muy lindo.
Pero deben mejorar algunos puntos de atención.
Particularmente pedí un plato de ñoquis con salsa roja y realmente estaban muy normal, nada delicioso, destacando que el plato de lasaña de mi pareja sí estuvo muy buena y era una porción decente.
Volvería para probar otras opciones y las pizzas.
