Fuimos esta noche a celebrar el cumpleaños de una amiga y mi experiencia fue realmente decepcionante, hacía tiempo que no me iba tan mal en un restaurant. Primero, la comida demoró mucho en llegar. Yo ordené raviolis de carne con salsa pomodoro, me trajeron raviolis de pollo y los devolví. Mientras mis amigos comían, yo esperaba a que me trajeran mis raviolis de carne, los cuales llegaron tiempo después. Estaban algo duros, les faltaba cocción (supongo que por cocinarlos rápido dado el error), y la salsa de tomate estaba OK de sabor, pero no pelaron los tomates, lo cual le daba una apariencia y textura poco agradable. Cuando trajeron la cuenta casi me desmayo al ver que una simple copa de vino de la casa costó $7. El ambiente en cuanto a su decoración y luces es hermoso pero el lugar es excesivamente ruidoso, no lo recomiendo para conversar. Hay dos baños sin identificación, por lo cual me hace pensar que el baño que usé igual lo usan los hombres. Al traer la cuenta, resulta que mi copa de vino estaba en la cuenta de otra persona, hubo que echar para atrás las cuentas y esperar las correctas. Afortunadamente no era mi cumpleaños porque habría sido la peor opción para celebrar mi día. No vuelvo.
