Orale (El Dorado)

la presentación del lugar es lamentable, las sillas son un asco, las mesas están recubiertas de papel, las paredes están mal pintadas y la carne al pastor no es carne al pastor. las enchiladas de pechuga de pollo son de encuentro, no pechuga. y encima, carísimo… no me gustó

A pesar de que el lugar estaba relativamente vacío, la atención no fue la mejor y lo peor de todo es que nos traen unos cubiertos que no se cuando fue la última vez que los lavaron, y cuando hacemos el reclamo tienen el descaro de decirme que no están sucios. Nada costaba decir en efecto los cubiertos no están limpios, discúlpenos que ya le traemos otros. Si los cambio, pero los sucios los volvió a meter con el resto de los otros cubiertos limpios. Definitivamente no regresó mas

Órale! mantiene un ambiente de tradición y cultura mexicana. Sus comidas frescas y de diferente sabores. Bebidas pintorescas y de variedad.

Nos antojamos por comida mexicana y teníamos muchos años que no volvíamos a Órale. Sabemos que tuvieron cambios. El ambiente se mantiene muy propio y el servicio es bueno. Pero la comida perdió su toque, tal vez la receta. Probamos unos alambres de carne, unas flautas y unas chimichangas y casi casi parecían igual. Hay que probar para que tengan sus propias opiniones.

Un clásico en Panamá sería los nachos de la abuela, un plato para 4 personas y todos quedan satisfechos, aún recuerdo cuando costaba 12.00 dólares, otro plato recomendado es la sopa de tortilla..