Tenía muchísimas ganas de venir a este restaurante desde hacía muchísimo tiempo, ya que durante la pandemia pedí a domicilio un cerdo en salsa con arroz blanco y estaba fuera de serie.
En fin, finalmente hoy me acordé del sitio, pusimos el Waze y rumbo al lugar. No tenía idea ni dónde quedaba ni cómo era.
Desde que lo vi me encantó…un sitio sumamente diferente, un salón muy pequeño de 4 mesas, y otro piso arriba. Me transporté…
Para empezar ya estaba encantada también con la tetera con el té Chino que nos trajeron de inmediato y la vajilla de aluminio preciosa todo muy combinado junto con sus palitos también metálicos.
Bien milenial y moderno el mecanismo para ordenar, ya que lo haces en la mesa desde un dispositivo, por lo que prácticamente no hay ni que hablar con el mesero si no quieres.
El menú súper amplio, con descripción muy detallada incluyendo fotografías. Tómate tu tiempo y disfruta del proceso selección.
Para resumir, pedimos los tallarines transparentes salteados con cerdo (WAO), la ensalada fría de codillo, oreja de cerdo y jarrete, (algo muy diferente y placentero al paladar); y la sopa de jiaozi rellenos de cerdo con repollo, o dumplings en sopa, la cual estuvo muy gratificante, deliciosos los dumplings y el confort que brinda al cuerpo es maravilloso. El toque singular y maravilloso es agregarle soya, vinagre, ajo y chile a tu gusto. Volveremos hasta probar todos los platos de la carta.
