Esta pasteleria y panaderia ofrece comidas y emparedados en la tarde. Yo comí un emparedado cubano que estaba muy bueno y mi mamá comió unos canelones rellenos con espinacas y salmón muy bueno también. Tiene mesas altas, bajas y tambien puedes comer en la barra. El día que fuí solo había una muchacha atendiendo el area de la cocina por lo tanto habia que esperar bastante entre la atención de un cliente y otro. También compré para postre una Canelita y estaba deliciosa. El lugar está limpio, fresco y huele bien.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Entras, observas la vitrina de postres y notas que todo luce delicioso, pides 8 para poder degustar en grupo y descubres la decepción de que es otra pastelería del montón que enamoran con la vista pero que ofrecen un sabor bastante común. Nada innovador o divertido, nada memorable si lo que buscas es un delicioso postre.
Este lugar ha ido cambiando con los años. Antes era un local más pequeño y menos cómodo en comparación al que es en la actualidad pero ha estado siempre en la misma ubicación y me encanta que hayan decidido remodelarlo para no quedarse atrás. Las personas que atienden son las mismas desde hace años y esto para mi es especial ya que visito este lugar desde muy pequeña y esto lo hace sentir familiar. Los emparedados son ricos, las mil hojas, el pan con queso ricota, las donas y puedo seguir. Recomendado como cafetería o para comprar tu pan para el desayuno.
Es una panadería con un ambiente muy familiar ideal para conversaciones de negocios muy privada ubicada en una parte exclusiva de la ciudad la gente que la visita Es muy educada y gentil los dueños también son educados gentiles y la mayoría del tiempo se encuentran presentes la comida es muy buena los precios razonables
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