Miranda Bakery & Cafe

Comida y postres excelentes!, Atención de los meseros: Pueden seguir mejorando. Ambiente del local: Muy ruidoso. Volvería para una segunda oportunidad

Muy acogedor, con algo de dificultad para el estacionamiento en la hora del lunch. Menú variado en sabores (emparedados y postres). Una classic burguer bien cocida, muy bien hecha la carne jugoso y con un sabor suave que no deja esa sensación de pesadez por salsas o condimentos. También pedimos una hamburguesa con queso de cabra 3/4 y muy atinada la mezcla de sabores y su textura. Ambas hamburguesas con excelente relación precio/ porción/ calidad. Cualquiera de los acompañamientos es delicioso, recomiendo si vas acompañado que uno pida las papitas fritas con romero y otro pida las de camote para combinar. No tienen variedad de sodas y la Coca Cola de dieta es americana a mi gusto muy dulce, recomiendo tener la light. De postre un tiramisú, muy rico respetando no exagerar el sabor dulce, pero nos hubiera gustado servido en una copa o plata de vidrio no en un envase plástico.

Este restaurante es uno de los 5 mejores de Panama para comer hamburguesa Ayer como de nuevo la hamburguesa clásica con papas fritas Pedí naranja con raspadura Después pedí un banana Cake con un café americano Todo estaba muy bueno Como siempre Se recomienda ampliamente

El restaurante tiene comida deliciosa, las galletas de chispas de chocolate saben a un pedacito de cielo y la comida es excelente y vale la pena probarla. Lo único que no me gustó mucho de este lugar es que no tiene mucho espacio y la atención del personal es muy demorada.

Miranda Bakery es una joya oculta por mares de carros que no te dejan llegar, una vez superas esta barrera descubres que estás en un lugar especial, así sea que algunos de los que atiende sea un poco arrogante, no importa porque todo es tan pero tan espectacular, pan fresco que sabe a pan. Hoy comí un derretido de tuna sobre un pan de leche que literalmente sabía a leche y la tuna me llevó a inicios de los 80s al Club House en Balboa. Las medialunas, los postres, la mamallena, todos son postres llevados al límite del sabor y la delicadeza, donde no se escatima el sabor no la calidad.