Mika (San Francisco)

Fuimos para un brunch en un domingo. Desafio enorme, no? El ambiente es riquísimo y muy familiar (y aceptan mascotas!). Habian muchas reservaciones de grupos grandes y nos sentamos en la barra, que estuvo bien. El servicio me parece que es la pata más débil de ellos. No creo que sean suficientes meseros para una alta demanda como domingo por la mañana, quizás tengan que trabajar con extras. En nuestro caso, de verdad, el servicio no estuvo mal, pero tampoco sorprendió. La comida es excelente. Comimos un iougourt creme brullé (USD4.75), un cheesecake (USD5.25) y una tostada frances (USD9.50). Presentacion de los platos es excepcional!

Un lugar agradable aunque poco personal atendiendo. Pedimos las carimañolas de entrada q estaban buenas y de plato fuerte el rissotto con entraña y el plato del negro chimbombó que consiste en corvina frita con ensalada, plátano y arroz con coco... delicioso!

Buena relación calidad precio. Tienen menú variado tanto regular, como en menú keto, incluyendo bebidas y postres keto. Las opciones de desayunos son diferentes para días de semana y fin de semana.

Fui por segunda vez a este local del original Mika, al que acostumbro ir en Clayton. No me podría creer el escándalo, la mala acústica que había y, para colmos, una música estridente. Pedimos los wantones de puerco de entrada para compartir y sendas copas de vino blanco Sauvignon Blanc. El mesero inicial estaba medio perdido, vino dos veces a preguntar con qué acompañaríamos nuestros platos principales. Mi keto tuna estuvo perpecto y el pollo que pidió mi acompañante también, pero la incomodidad del ruido nos impedía conversar. Pedimos un tiramisú de postre para compartir, que nos satisfizo mucho porque es muy delicado y nada empalagoso. Muy bueno que tengan valet parking y que son amables. Yo volveré pero sé que la persona que invité no, pues estaba muy incómoda por el ruido. Van a tener que mejorar la acústica y moderar el volumen de la música.

Tuve una mala experiencia en Mika. Solo probamos el jugo de naranja y el café. Estuvimos 50 minutos esperando que nos trajeran la orden y nunca llegó, las mesas de ambos lados recibieron sus órdenes, siendo incluso los mismos platos, y habiendo llgado despues que nosotros. Tenía grandes expectativas de este lugar, pero se me cayeron con la falta de interes en la atención y la desorganización. Si algún día regreso les cuento, por lo pronto sólo puedo compartir esta experiencia.