Mercaito (Altaplaza Mall)

La temática del lugar es super chic, trata de mezclar lo chic con la cultura panameña. El chef super amable hasta se despide de ti, la comida muy rica.

El restaurante tiene un ambiente agradable y los meseros siempre estuvieron atentos. Lo único es que considero que los precios están elevados para la porción de comida que sirven. Si eres de comer porciones pequeñas no tendrás inconveniente.

Muy buena atención, excelente comida, delociosa la pasta, la milanesa, las limonadas, ambiente excelente, miy buen lugar para comer, conversar y pasar un rato agradable.

Queríamos comer algo diferente y en Altaplaza no hay tantas opciones. Nos animamos por Mercaito, especialmente porque tienen el menú impreso en la entrada y puedes leerlo sin tener que entrar a pedir la carta. Yo pedí un pollo con aderezo de piña y chimichurri acompañado de patacones. Mi esposa pidió la ropa vieja acompañada de concolón de arroz con coco. El pollo excelente, la piña estaba sazonada con clavito de olor y el chimichurri tenía un toque de pimentón y todo junto combinado creaba un sabor totalmente inesperado. La ropa vieja venía servida sobre arroz con coco y toques de plátano maduro. Y el concolón de arroz con coco estaba extraordinariamente crujiente y con un sabor muy delicado. El servicio fue muy bueno y la entrega de la comida aunque un tanto demorada valió la pena pues puedes ver la cocina trabajando desde el comedor y es evidente que casi todo lo preparan en el momento que lo pides. Definitivamente volveré.

La comida es sabrosa y diferente, con un toque casero.. Hemos ido varias veces y siempre nos inclinamos por las milanesas. El servicio desde el día 1 ha sido básico,nada extraordinario, pero, este domingo que fui dejo mucho que desear, pedí una milanesa de pollo y me trajeron una de carne, decía que traía aceitunas negras y me trajeron verdes, la mesera se le noto el fastidio en la cara cuándo reclamé la situación, pedi me la cambiarán por otra, luego de esperar un rato más, me la trajeron y está vez no le pusieron la salsa que traía, reclamé y fue como si nada, ni siquiera se inmutaron en resarcir su error.