Masi

Fui en busca de ese pan negro. El lugar esta genial si vas en pareja. La parte de la terraza está espectacular la vista. Pero lo tiene mas de prioridad para los huéspedes. El servicio es de un nivel altísimo y super amable la me atendió. En la recepción si me tuvieron allí algo de tiempo y eso que toda a mesa de adentro estaba vacía. El tiempo en preparar la hamburguesa por algún motivo se demoraron. y la mesera me trajo pan de casa recién hecha acompañado de usa salsa que te da el toque estrella. Esa salsa es básicamente tomate seco bien triturado, poco olivar, polvo de ajo y sal. La hamburguesa cuidaron bastante su temperatura y es la razón para comerlo de una vez. Tiene un sabor explosivo digno de repetirlo nuevamente. Y la estrella de la hamburguesa que es el pan negro hecho en el día. En cuanto al acompañamiento, las papas es papas. nada espectacular.

Entrada: Degustamos 3 tipos de ceviches y estuvieron buenos. Sabor fresco, muy originales y buen sabor. Plato principal: Filete de res nacional con patacones - Bueno Pesca del día en salsa de mantequilla y alcaparras, acompañado de puré - Bueno Servicio, excepcional!

El restaurante es super lindo, cuentan con una terraza super bella, con un buen view. La atención al principio estuvo un poco regular y luego nos cambiaron a la persona que nos estaba atendiendo y mejoro nuestra experiencia. La comida estaba muy buena, pero si demoro bastante, a pesar de que estaba vacío.

Bonito restaurante, excelente atención y un menú bastante interesante en cuanto a adaptaciones de la comida panameña. Esta segunda ocasión fui para probar "La Chombita" del Panamaweek, una porción de hamburguesa bastante grande, buen pan y los sabores que complementan la carne (la mayonesa de aji trompito, la cebolla caramelizada en vino, pepinillos, queso azul y chips de camote) la complementan muy bien.

Me gustó todo. La verdad no tengo nada malo que decir del restaurante. Fue toda un experiencia de esas que no olvidas. El ambiente es lo máximo, puedes sentarte dentro del restaurante o en la terraza, donde hay mesas y sillones. La vista es super bonita. Cuando llegué había música ambiental, pero luego llegó un Dj y cambió un poco el ambiente, pero todo para bien. El personal es muy amable, nos gustó mucho el servicio de Joel y la historia detrás de los platos y el restaurante hace que te enamores del lugar. Nos hicieron sentir realmente como en casa y especiales, así que definitivamente volveremos. Comimos la degustación de ceviche, filete chiricano y el postre. Todo estuvo a otro nivel. Gracias por esta espectacular experiencia. Les va a ir super bien si siguen así.