Masala

Llegar no es nada facil, un buen tip es mencionar Los Arcos, asi te guias mas facil. La comida es bastante buena, yo me quedaria sin pedir ninguna bebida para acompanar el plato, asi se sienten mas los sabores. Para finalizar un te tradicional en leche cierra con broche de oro una buena cena. Lastima la atencion, si eres extranjero (Latino) no te atienden bien si eres de otra region si.

Es un restaurante pequeño, con muy buena atención, el ambiente es agradable, íntimo, tienen un extenso menú, la comida es buena, lo mejor de todo es el picante... picantemente delicioso. Lo que les pediría es que inviertan un poquito en ventilación, porque al entrar lo único que se siente es el olor a curry que tratan de camuflar con incienso, entonces ni un olor ni el otro es agradable al olfato.

Debo admitir que pocas veces pasaba un momento tan agradable y diferente en un restaurante. La atención estuvo 5 estrellas, hasta la propia dueña (o gerente nos atendió). Nos sentamos en el piso sobre alfombra, con cojines y sin zapatos, al mejor estilo de medio oriente y disfrutamos de una excelente variedad de comidas. De entrada, por propia recomendación de los comentarios de Degusta, pedimos samosas (vegetarianas, por mi novia) con yogurt.: muy muy ricas. No recuerdo el nombre de lo que pedimos, pero mi novia se sintió contentísima de encontrar un amplio menú vegetariano y yo, queriendo probar todo, pedí una combinación thai que incluía de todo. Para gustos refinados, es una opción recomendadísima. El precio está muy por debajo de la exótica experiencia y la gran variedad de sabores que se pueden encontrar. Acabo de regresar, tenía que hacer el review inmediatamente, pues pasamos una excelente velada con un hindú que casualmente también visitaba el lugar... No sé cómo definirlo; sólo puedo decirles que el rating que tiene no es en vano.... Pasen por Masala... Obvio deben pedir recomendación, porque el menú es extenso y algo incomprensible (de una f

Esta es mi comida favorita, y tengo un muy buen amigo que lo sabe. Por eso cada vez que nos vemos en Ginebra, tenemos como rito almorzar o cenar comida hindú. Estuvo en Panamá, así que correspondí el gesto llevándolo a cenar a Masala. El sitio es acogedor con la opción de sentarse en el piso y disfrutar del ambiente. Pedimos variedad de nan, y de platos vegetarianos, de cordero, etc que cada uno estuvo bien. Recomendable para quienes tienen el paladar educado.

Exclente servicio..un lugar bien acojedor. La comida es exquisita. Atencion personalizada y el persona era bilingue.