Marula

Muy agradable el lugar, muy buena atención, probamos un ceviche y de postre volcán de chocolate, las margaritas originales a las rocas deliciosas

Pocas veces se encuentra un comensal con una política de cocina con tan poco sentido como la que se lleva en este restaurante. Pedimos carpaccio de res. No se trata de un plato especialmente complicado, pues el ingrediente principal es carne de res, normalmente de lomo (tambien llamado filet mignon, tenderloin, etc.) CRUDA, cortada en finas láminas. Puede variar algo el aderezo, normalmente a base de jugo de limón y aceite de oliva, y los añadidos: queso permesano, rúcula, alcaparras.... Pero la esencia del plato sigue siendo la carne cruda de res. Lo que no se puede esperar es que en lugar de lo anunciado (pues no indicaba la carta que se tratara de otra cosa), nos sirvan ROAST BEEF CON SALSA BARBACOA, y ante las quejas de esa substitución inesperada, nos comunique la mesera que eso es lo que hace el chef. Ni nos ofreció cambiar el plato, ni por supuesto se acercó el imaginativo cocinero a darnos explicación alguna. El resultado, simplemente decepcionante. Va a tener que ocurrir un milagro para que vuelva a gastar mi tiempo y mi dinero es experimentar sorpresas tan desagradables como esa.

Fuimos un grupo de 4 personas.... De tomar la opción fue sangría tinta, la verdad es que estuvo buena, un poco diferente ya que es con toque de canela. De entrada probamos unos tacos, los cuales tenían muy buen relleno, pero la tortilla estuvo bastante mala. También unas croquetas de Cangrejo que estuvieron 100/100 y adicional unos enrrolladitos de bacon, muy buenos. De plato fuerte un arroz gratinado con camarones 4/10, también un brisket 5/10 ya que estaba muy seco y un filete afrodisiaco de pescado 5/10 muy seco. De postre un cheescake de pistacho 9/10 y un dulce de fresas 2/10. El ambiente es suuuuper tranquilo. La atención bastaante buena.

un sitio muy simpático en casco. buena atención y sobretodo muy sabrosa la comida. le falta, al menos, al mediodía ambiente pero está ok.

El ambiente fue muy bueno en uno de los balcones. La experiencia es distinta, poder degustar una comida al tiempo que aprecias el casco y la vida nocturna. La comida fue decente, corvina afrodisíaco y st Louis ribs como plato fuerte. De entrada unos tacos de pulpo muy buenos y goyzas de cortesía. El punto bajo fue la frescura del pescado, la carne no era suave y fue poco jugosa.