Madero

Fuimos un grupo de 8 personas para celebrar el DÍA DEL PADRE de uno del grupo (de parte de la esposa/hijo/nuera/cuñados). Cada cual pidió su plato. Yo pedí el DESAYUNO PANAMEÑO, que consistía de Bistec Encebollado con Huevos Revueltos, acompañado de una canasta que contenía una Hojaldre, una Tortilla y una Carimañola. Incluía también Café y Jugo de Naranja.

Nos reunimos un pequeño grupo de seis mujeres amigas, para festejar la llegada de una del grupo. La idea es de conversar extendidamente y disfrutar de un buen almuerzo. Todas pedimos platos distintos y por la expresión en cada cara, todas estuvimos contentas con su respectivo plato. No nos podemos quejar, ya que fuimos atendida por Diana, quien estuvo muy pendiente de nuestra mesa. Consultamos con ella sobre algunos platos y ella muy atenta nos respondía.

Este restaurante está bien ubicado y cuenta con muchos estacionamientos. Su menú es variado, dependiendo del gusto de cada cual. Tres de nosotros pedimos un plato fuerte, mientras que dos pidieron varias entradas para compartir entre ellas. El churrasco estuvo buenísimo...la carne muy tierna y condimentado.

Hacía rato que no veníamos a este restaurante. Está pedimos pargo frita, fresco y delicioso; fabada asturiana muy rico y la Corvina a la plancha excelente.

Restaurante muy bien ubicado en el corazón de Obarrio. Con una decoración contemporánea, es ideal para todo tipo de ocasiones, ya sea de negocios, familia o amigos. Ofrece una cocina internacional. Su menú es tan extenso y variado, que siempre encontrarás algo para todos los gustos. Lo malo es que no tienen consistencia en los platos. Me pasó a mí que pedí una Corvina que me encantó y cuando volví por el mismo plato, todo era diferente. No tenía mal sabor, pero no era igual. El servicio es bueno, y tienen muchos estacionamientos.