Después de esperar que bajara la marea por la novedad y las largas filas, hoy pudimos cenar en este lugar. Es acogedor, la atención es buena. En cuanto a la comida no quedamos contentos con los resultados, esperábamos más, aunque ya me habían comentado que no era tan bueno. Pedí una sopa del día, era de brócoli y en verdad fue lo único que me gustó. Quería una lasagna bolognesa y no había, me ofrecieron de pollo. Mi esposo pidió unos espaguetis con mariscos en salsa al agrio con ajo, y no nos gustó, se sentía chicloso como crudos. Mi hija es celiaca por lo que solicitó la opción de gluten free, exageradamente caro cobraron 3.50 adicional al precio por la opción de gluten free, cabe destacar que por ese precio se puede comprar un paquete de pastas pero bueno, tampoco le gustaron a mi hija. Pedimos el menú de postres y jamás nos lo dieron, al pagar y mencionárselo al chico que nos atendió su respuesta fue ahh ohh disculpe es que la cocina de postres cerró 😳🧐 what!! eran las 7 de la noche y cierran a las 10:00 pm. No creo volver a visitarlos.
