Los Años Locos (San Francisco)

Cuando de carnes se trata no hay que pensarlo dos veces. Tengo más de 20 años visitando este restaurante y la, calidad en, cortes de res se mantiene excelente. Los, meseros conocen bien los cortes y saben hacer recomendaciones, precisas. Cocinan los, mismos tal y como los pides y si por casualidad no lo, hacen te lo arreglan, así sea que tengan que empezar de cero con otro pedazo de carne. El salón principal quizás ya necesita un cambio de decoración, no así el bar y los salones privados.

En esta ocasión nos sentamos en el área del bar, la cual rápidamente se fue llenando pero no causó que el servicio decayese. Califiqué el servicio como bueno no por la eficiencia ni atención que recibimos sino por la actitud del mesero; muy cortante sin querer explicar de buen modo los platos y no consideramos que tenía buena actitud. Los otros meseros que pasaron por la mesa sí fueron amables y se notó la diferencia con e mesero principal. Las empanadas de queso ricas, la orden de chorizo normal; me parece que es muy cara para lo que ofrece ese plato. Como plato fuerte pedimos la corvina en salsa blanca con almejas y el salmón gratinado, ambos platos nos parecieron buenos pero nada extraordinario. He tenido mejores experiencias en el restaurante con otros platos; no salimos encantados en esta ocasión.

Me parece que el área de la terraza o el bar son los mejores ambientes del sitio. El restaurante en sí lleva un tono más serio, con la cava al final dándole un toque elegante. De entrada la empanada de queso en esta ocasión estaba muy normal; plato fuerte el filete a la pimienta muy bueno y una porción bastante grande, mayor de lo que esperaba. El servicio en sí muy bueno, salvo que el plato de un comensal vino un poco crudo. Es una falla que sugiero estar más pendientes, sobre todo por la vasta experiencia que tiene el sitio. Los precios son un poco elevados pero las porciones tienen buena proporción. Recomendable reservar ya que la rotación es alta y difícil verlo vacío.

Es buen sitio para tomarse tragos con los amigos tanto en la terraza como en la parte del bar. Pedí el filete a la pimienta que estaba bueno pero nada del otro mundo y de acompañamiento patacones que estaban normales. El servicio si fue excelente y el lugar lleno como siempre.

Me parece que es un poco caro para lo que ofrece pero la comida es buena. No soy muy fanático de este restaurante pero tengo que reconocer que tienen platos muy ricos.