Lido

Bueno y rico la comida y el ambiente y el servicio y la manera en que hacen la pizza.

El restaurante es informal, minimalista. Lo que esta de moda, no es de impresionar. El horno es visualmente el mejor atractivo de la barra de la cocina. He ido en dos ocasiones. Pedimos focaccia de albahaca con tomates de entrada. Muy rica, llena de sabor sin ser grasosa, en una masa crujiente, delgada. Se sentían frescos los ingredientes. En la mesa pedimos muy variado, yo me fui por unos farfalle en salsa blanca con jamón serrano y hongos. Magistral. La mejor salsa blanca, bien lograda, cremosa. Usan un buen queso parmesano ralladito. La pasta al dente, buen equilibrio de sal lo cual agradezco porque es suficiente con el jamon serrano. La limonada es prácticamente un smoothie, pero esta deliciosa. Probé un poco de los raviolis de carne gratinados y también estuvieron ricos, pero no cambio mi plato de farfalle. Delicioso!

Ambiente sencillo, horno de leña, productos frescos y un chef italiano. Comida sana y con auténtico sabor a Italia, aunque los precios de algunos platos me parecen un poco "salados"...

No comimos en el sitio sino que pedimos para llevar. La comida salió bastante rápido y gustaron tanto las pizzas como canelones. La comida estuvo buena, me pareció mejor que la primera vez que fui hace un tiempo atrás.

Fui con un grupo grande familiar a cenar. En esta ocasión, mi esposa y yo nos limitamos a compartir una bruschetta de tomatitos con aceite de oliva y albahaca, que estuvo deliciosa como lo es la comida aquí de costumbre. El servicio, quizás por ser un grupo grande, estuvo un poco lento. Aunque debo acotar que éramos la única mesa (aunque grande, pero única al fin) del lugar. Es un buen ambiente, relajado pero elegante, para comer aquí, ya sea en familia, con amigos, en grupos grandes o pequeños. Recomendable.