Las Hadas (San Francisco)

Esta es una de mis dulcerias por excelencia. La recomiendo cada pedazo de dulce tiene un sabor especial... la masa es suave y delicada al paladar.. Les recomiendo fresa, chessecake, flansescondido. Simplemente Delicioso.

Excelente comida, muy buen ambiente... !!!

La atencion es buena... Excelente para un buen brunch... El mega plus... Desayuno 24/7.

Para los antiguos griegos la ambrosía se asocia a la comida que degustaba los Dioses del Olimpo, un alimento de un sabor sin igual que si un simple mortal lograba probar así fuera solo un bocado se volvía inmortal. Pues si la ambrosía fuera real seguramente la preparaban en Las Hadas; solamente es cuestión de pedir alguno de sus postres para sentir como con cada bocado las papilas gustativas se deleitan con la dulzura de estos. Es que incluso podrías percibir que la humanidad se detiene con cada bocado. A mí en lo personal me encantan sus Cheescakes Marmoleados. Pero no son solos sus postres, son también los otros platillos que ofrecen son una combinación exquisita de buena cocina y de excelente atención. Espero que sigan así innovando como siempre. Es la simple opinión de un humilde comensal.

Lo que más llama la atención del lugar es el ambiente. Me pareció el lugar perfecto para tomar un café y postre con amigas, o un almuerzo cómodo y sin pretensiones. La atención normal, las waiters muy amables pero a veces se desconectaban. Fui un domingo y había casi lleno completo, pero con todo y eso no había ruido que molestara, no tampoco era silencioso que no se pudiera hablar en confianza. Los cafés y postres son deliciosos, recomiendo en especial los panes y el dulce de manjar. Como cafetería se gana todos los puntos. Como restaurante ni bueno ni malo, 3.2. Pedí un sandwich monte cristo que me lo imaginaba mucho mejor, las papitas si estaban ricas pero no las mejores. Mi amiga un wrap de pavo que tampoco era nada del otro mundo. Los sandwiches costaban alrededor de USD10.00, un poquito altos de precio para lo que eran. En fin, recomendadísimo para café y postre, no tanto para comer, excepto si no eres fregado con la comida.