Primera vez que visito el lugar, pedí pasta al óleo con camarones, lo encontré un poco simple para mi gusto de entrada Carpaccio de salmón muy rico
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Excelente comida, excelente ubicación...le falta más variedad en whiskys el servicio estuvo muy bien de parte de la chica que tenía asignada nuestra mesa.. muy respetuosa y paciente... aun así deben entrenar a su personal en general en temas de etiqueta ya que otra joven al retirarme el plato se dirigió a mi con un "permiso mami" e incluso al llegar la persona a cargo de la puerta te hablaba como si te estuviese llamando la atención porque estábamos obstruyendo el paso aun cuando estábamos en línea para tomarnos la temperatura y poder ingresar al local lo cual no agradó ni a mi persona ni al resto de los comensales.. recordemos que hay que mantener la profesionalidad y el respeto en el trabajo y aun más en un establecimiento de este tipo.. por el resto todo muy bien..
Viernes, 11 de Junio del 2021 es un día que nunca voy a olvidar porque fue el día que recibí el peor servicio en un restaurante en mi vida. Si han leído mis reseñas anteriores sobre otros restaurantes, siempre trato de ser positivo porque yo sé el tremendo esfuerzo y esmero que toma de todo el equipo de trabajo de un restaurante darle al cliente una experiencia que inspire regresar a comer de nuevo al establecimiento. Desde el dueño del restaurante hasta el equipo de meseros, todas estas personas trabajan en una industria ultra competitiva y díficil. Así que cuando voy, me gusta ser amable, paciente y generoso (especialmente con las propinas). Mi esposa logra convencer a su abuela para que salga con nosotros a cenar, ya que ella no ha querido salir por motivo de la pandemia. También invitamos a su hermana y a sus primitos de 13, 12, 7 años. A mi se me ocurrió la pésima idea de llevarlos a cenar a La Locanda de Costa del Este. Cuando llegamos al local, tuvimos que esperar a que alguien se desocupara para nos atendieran. No hay un host/anfitríon en el restaurante que ofrezca mesas para los clientes. Bién, no hay problema. Esperamos hasta que un amable mesero nos atendió. Él nos preguntó como nos podía ayudar. Yo contesté que eramos un grupo de 7 personas y con tal que haya una mesa adentro ó afuera del local, estaríamos bién. El mesero muy proactivamente une dos mesas para nosotros. En este punto de la velada, estoy lleno de fé y esperanza de que aunque el restaurante esté lleno encontramos una mesa. Nos sentaron en la esquina extrema de la parte exterior del restaurante. Yo pensé que eso era mejor que nada, así que lo tomé. Lastimosamente, el amable mesero nos deja de atender. Nos sentamos, escaneamos el menú y rápidamente decidimos que como somos un grupo grande y como los niños tienen hambre pidamos de entrada dos ordenes de pan entomatado y dos pizzas familiares. Si queremos mas comida, entonces cada uno puede ordenar el plato que desea. Hubiera pasado si la comida no hubiera tardado tanto. La mesera que nos empieza a atender nisiquiera nos trajo servilletas, lo tuve que pedir. No nos dieron nisiquiera los cubiertos. Pasan 30 minutos antes de que lleguen las entradas. Todos nosotros deboramos los panes por el hambre que teniamos. Y aquí es donde empiezan las malas caras y la impaciencia del grupo. Una pizza mas simple y sonsa no existe. Los niños entusiasmados que iban a restaurante fino y especial terminaron comiendo lo que esencialmente era pan tostado con queso derretido. Y tardó 25 minutos en llegar a la mesa. Mi esposa, mi cuñada y yo nos estamos preguntando, será que está el restaurante muy lleno, será que es porque solamente pedimos dos pizzas así que nos estan despreciando, será porque somos un grupo grande. Y despúes uno de los niños dijo, "nos tienen en la última mesa y no nos atienden porque somos negros". En este momento se me rompe el corazón. Me levanto con mi esposa para ir a cancelar la cuenta, porque nisiquiera para eso la mesera estaba para atendernos. Cuando llegamos a la caja, tiene la osadía de pedir propina de servicio. Toda la velada me costó $71. Por pan tostado con queso derretido encima... Anoche me tenían de rehén, porque si el restaurante estaba lleno, me pudieron haber dicho que no había mesas y yo hubiera ido a T.G.I. Friday's ó a Tomato ahí mismo en Towncenter. Pero decidieron atenderme por codicia al dinero. No sé si fué incompetencia ó racismo pero no vuelvo más nunca a La Locanda. Y si tengo que evitar a que una persona vaya, lo haré por que lo que yo viví ni mi peor enemigo se merece.
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