La Jarana

Es difícil conseguir un lugar que sirvan bastante, mantenga la calidad de la comida y a super precios. Ese es la Jarana, la mejor opción para salir a una comida dominguera en familia!

Todos los platos son de porciones bastante grandes, particularmente el arroz chaufa es bueno y como para 4 personas. La relación precio-calidad es positiva

Su comida es excelente, el ceviche a la huancaina y la causa de pollo son mis preferidos, aunque el lomo saltado es tambien muy bueno. Atienden rapidamente y la comida sale en corto tiempo. Lo que le falta es a las instalaciones, son basicas.

El lugar es difícil de encontrar y al entrar es bastante básico. Sin embargo, el servicio es atento, relativamente rápido y las porciones generosas. Los ceviches de corvina, en especial al frito que viene con yuca y cebolla frita, son Mmmmmmmm. Me llamó la Atención que la ventana que da hacia la cocina está cerrada y cuando salen los platos, la abren apenas para que los platos puedan pasar de un lado a otro. No sé si sera para que el calor de la cocina no se pase al restaurante o por otra razón... El suspiro limeño estaba Bueno, más no excepcional.

El día viernes de la semana pasada fui con amistades que iban por primera vez al restaurante por insistencia mía. Les encantó la comida porque la relación cantidad, calidad y precio siempre se ha mantenido excelente en este restaurante, un aplauso gigante para los cocineros por mantener esta alta calidad en los productos. Les recomiendo el lomo saltado que es mi favorito. Ahora, en relación al servicio siempre he advertido a los que he llevado a este restaurante que tengan paciencia porque el servicio no era bueno, pero en esta ocasión creo que ya tocaron fondo. El restaurante vacío, 4 empleadas chateando y las personas preguntándome que pedían z. Llamé a la mesera que nos atendió de ahí en adelante con mala cara y le pedí que le explicara los platos a las personas porque era la primera vez que iban, no fue sorpresa que se quedara callada y se fuera sin decir ni pio así que me toco hacer de anfitrión en negocio ajeno. Llegó la comida, como dije todo sabroso. Pido la cuenta y que por favor me la dividieran en 2 facturas y le expliqué como. La señora como que le falta oído o cerebro dividió como le dio la gana y ni modo ya no podía hacer nada porque era la factura fiscal. Y todavía me discute que yo le dije que lo hiciera así. En fin señores, buen lugar donde pueden ir en short porque es informal, la comida es excelente pero vayan mentalizados que el servicio es de fonda de mala calidad. Hay que verle el lado bueno, nos ahorramos la propina jajaja