Es un lugar con un ambiente de playa, muy marino, pero bastante casual, no apto para un date porque sales con olor a pescado.
Con un amigo ordenamos un ceviche de entrada que me supo a gloria. Yo no soy amante del ceviche pero este me conquistó, con corvina suave, limón, y con piña que me sorprendió y fue lo mejor de la noche, servido con unos chips de yuca crocantes pero no duros, una delicia. Luego ordenamos la picada de mar y tierra, que nos llegó en 15 minutos, super atentos los meseros.
Una combinación de arañitas, calamar, ostras, camarones, langostinos y conchitas cocinados ten su punto. Del lado de la tierra trozos de pollo, puerco, y res que estuvo un poco dura, por eso le bajo un punto. Lo sirven con papas fritas y patacones recién hechos, y se nota que usan un aceite limpio porque no sabían a pescado.
Lo recomiendo para gente de buen comer, la bandeja es para compartir y sirven una porción bien generosa. Tienen salsas variadas para acompañar, y el picante es EL PICANTE. Genial!