Ayer en la noche caminando por el casco, descubrí un tesoro escondido, gracia a la amabilidad de Isaac quien nos invitó a pasar y nos dio la explicación que Kaandela trataba de una cocina de autor, por lo tanto ya sabíamos que los platos no son generosos y decidimos pedir 3 platos para compartir, les puedo garantizar que la comida súper deliciosa , el sitio pequeño pero todo tan bonito, la atención de Luis quien fue súper amable y atento , no sólo el , todo el personal con una sonrisa súper atentos a la salida tuvimos la suerte de conocer a los chef uno Panameño y Venezolano, sin duda volveré me quede a gusto que lo que pagamos mereció la pena, son un auténtica joya escondida por que no están en la calle mas transitada.