Anoche visité este nuevo restaurante y no decepcionó.
Es grato ver una propuesta culinaria diferente; un restaurante estilo Open Kitchen, donde puedes ver toda la acción de la cocina y degustar una gama de sabores con una buena atención.
El lugar es pequeño, por lo que recomiendo siempre hacer reserva.
En esta ocasión probamos varios de sus platos para compartir: las almejas kaandela, los pork belly lollypops que estaban deliciosos, las koftas de cordero y mi favorito de la noche: el siu mae de pato de Rio Grande.
El postre fue una sorpresa: un crême brulé de maíz, perfecto!!
También tienen una amplia selección de ricos cocktails para todos los gustos.
La relación calidad-precio me pareció acorde a todo lo que degustamos.
Todo estuvo delicioso y definitivamente volveremos por más!