Il Tulá (San Francisco)

Una excelente opción de comida italiana también internacional. Una fusión de sabores exquisitos y delicados. Desde la entrada hasta el postre todo estuvo maravilloso. La atención extraordinaria, personalizada, un chef recientemente premiado que sabe interpretar los gustos de cada comensal. El ambiente muy acogedor, con música de fondo agradable para la velada. Digno de repetir

Pequeñisimo restauran pero con muy buena cocina. No hay menú. Se pide lo que el xhef recomienda. Comimos carpcchio de carne: exquisito. Pasta en salsa blanca con lomo de cerdo: idem. postre: tiramisú- deliciosamente delicado. Vayan, esta rico! Ojo: hay que hacer reservación, el local es muy pequeño.

De veras? Sera que estuve en una noche sin suerte? El unico servicio amable que encontre fue el chico del valet parking. Llegue me sentaron (silla de plastico cubierta con una tela) y pasaron 5 minutos hasta que me preguntaron si tomaba agua regular, con gas o sin gas. Tuve enorme suerte de pedir sin gas y me trajeron un litro (luego aclaro porque suerte). Luego me trajeron una bandeja de pan bueno pero no muy fresco y esperar.........llego el mesero y me miro y me dijo que queria. Yo le respondi no se lo que quiero porque no se que hay! (no dieron menu). De ahi me ofrecio carpaccio y varias opciones de burratta hasta que finalmente dijo ensalada. Rucula, hongos y parmessano. COmo plato fuerte igual empezo con lista de pasta (carbonara por favor.....en casa me la como)...hasta que por suerte paso un mesero con un centollo y pregunte y me dijo pasta con centollo. Listo eso fue lo que pedi. Pues bien suerte tuve de tener el litro de agua porque el litro de sal en la pasta ademas de los 3 dientes de ajos (lo se porque el ajo viene en generosas tajadas) necesitaba de agua para poder bajar aquello. Nuevamente sera que estuve en un dia de mala suerte......no se en verdad como puede estar entre los mejores de Panama, hay muchos mejores que este.

El linguine Frutti Di Mare estaba delicioso. Quedé encantada con la presentación y porción del plato. Además, la pasta estaba al dente y el sabor de la salsa estaba en su punto. También recomiendo la ensalada de salmón ahumado con aguacate, muy rica. De postre, la Panna Cotta de café no puede faltar. Tenía ese toque de café justo, simplemente espectacular. Ambiente acogedor, agradable y una atención buena.

Atendido por su propio dueño, Valerio, este restaurant es excelente. En un ambiente muy discreto, Valerio informa de los platos del día y da recomendaciones de maridaje de vinos. Las pastas exquisitas, sobre todo las rellenas, con combinaciones muy creativas: por ejemplo, tortellini rellenos de ternera, en salsa a base de pistachos y pesto, sencillamente sensacional.