Hacienda Real

La comida está vez estuvo normal, pues pedí un corte de carne y me dieron muy cocida, a pesar que la pedí 3/4. Le hice el comentario al mesonero y me trajeron un postre de cortesía de la casa, me pareció muy buen gesto, y el flan estaba delicioso. La atención es buena, están pendiente de tu mesa.

Hoy fui a comer allá y la atención estuvo buena. La comida excelente, pedí corte de carne importada puyaso y entraña y todo estuvo riquísimo. La carne es genial.

Desde antes de la pandemia no íbamos a este restaurante. En la parte más importante de la experiencia nos fue muy bien; la calidad de la carne, óptima, así como los sabores de las entradas y acompañamientos, queso fundido, guacamole y fríjoles volteados. Por otro lado, hay algunos pequeños cambios que se notan y que afectan la calidad: las tortillas ya no son las originales chapinas y la carne que se pide en pyrex viene sin la tapa, con lo cual se pierde la esencia de usar el pyrex, que permite conservar la temperatura de la carne de principio a final.

El lugar sigue siendo muy bueno, sin embargo, desde que se marcharon los parrilleros chapines (guatemaltecos) que entrenaron originalmente al personal, no hemos conseguido, en ninguna ocasión, que la carne llegue en el punto de cocción exacto que solicitamos. Obviamente, aunque la calidad de los cortes es muy buena, este detalle le resta puntos importantes a la experiencia gastronómica. El servicio sigue siendo muy bueno, al igual que el ambiente.

Nuestro restaurante preferido de carnes en la ciudad. Se han esmerado por mantener la esencia del lugar con respecto a su sede principal, en Guatemala, desde la decoración hasta la calidad de los cortes servidos. Quienes gustan de los cortes altos, saben la dificultad que implica lograr el término solicitado al interior de la pieza, sin tener que abrirla en forma de mariposa; en este lugar, ciertamente saben cómo lograrlo. La entraña también es altamente recomendable, siempre muy jugosa, como debe ser. El puyazo, trozo magro de carne con grasa únicamente en el borde, es una invitación a degustar un corte no común en Panamá. Quienes deseen degustar algo típicamente tradicional de la comida chapina (guatemalteca), pidan como acompañamiento los frijoles volteados con tortilla suave.