Muy buen restaurante, cuando fui estaba lleno y de milagro encontramos mesa, pero nos atendieron como si hubieramos sido los unicos en el restaurante, la comida salio a tiempo y muy deliciosa las carnes importadas
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Un clàsico, y como tal, no sorprende con novedades. Asado de tira, cuadril, ensalada rusa con exquisitos pimientos al vinagre y un respetable vino uruguayo. Como Mc Arthur...volveremos.
El Ambiente: Una vez entré sentí que como si el tiempo se hubiese detenido. Es uno de esos restaurantes que no han cambiado su apariencia y su staff con el tiempo, y quizás por eso, la decepción es aún mayor, ya que los buenos recuerdos que tenía de este lugar quedaron enterrados con esta visita. El ambiente sigue siendo el mismo, con mesas apiñadas y bastante ruidoso cuando está lleno pero sabíamos que era así. La Atención: A diferencia de visitas anteriores a través de los años, esta vez dejó mucho que desear. A pesar de que el restaurante no estaba a capacidad, nos hicieron esperar bastante para darnos una mesa. Lo peor fue estar sentado en la entrada esperando y ver como pasaban grupos de tamaños similares, pero que se notaba eran regulares del lugar, por delante de nosotros (que éramos un grupo de tres), y la excusa que nos dieron es que habían reservado. El que ha ido por años a Gauchos sabe que si llamas para reservar te dicen que no hacen reservas. Una vez nos quejamos, milagrosamente apareció una mesa. Estando sentados, se notaba que los meseros estaban preocupados por los grupos mas grandes y casi nos dejaron abandonados durante toda la cena. Un servicio que dejó mucho que desear. No se recogían los platos prontamente, no rellenaban agua y casi que había que pararse para buscar un mesero cuando se necesitaba. La comida: El pan de la casa no falla y quizás fue lo único bueno de la noche. Pedimos morcilla y chorizo de entrada que llegaron algo fríos y resecos, los hongos al ajillo igual, fríos y algo insípidos. Los cortes de carne siguen siendo de primera, preparados al punto, pero si los sentimos algo caros y con tamaños algo reducidos. La corvina al ajillo (aja, quien pide corvina al ajillo en Gauchos, pero está en el menú y se nos antojó), un tanto insípida con la salsa un poco sosa que dejó mucho que desear. No pedimos postre. En resumen es uno de esos restaurantes clásicos de la plaza que no ha cambiado en años y que puede que se esté quedando atrás con muchas otras ofertas similares en la plaza y que han invertido en ambiente y atención. Yo por mi parte no creo que regrese.
Mi corvina al ajillo muy regular, no sentí nada especial y no la volvería a pedir; las papas fritas de acompañamiento regulares, las sentí muy grasosas y un poco simples. El pan de la casa estuvo rico, siento que fue el mejor plato de todos. Pueden leer la reseña completa en acefoodie.com/gauchos-steak-house
Todo en cuanto a carnes es muy rico aqui. El pan con mantequilla que dan al principio es muy rico. Las carnes muy deli y el chorizo delicioso.
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