Efímero

El ambiente del lugar está súper bonito, todo muy bien decorado con un estilo elegante. La comida estaba muy buena también el Arroz Guisado de Pato estaba muy bueno. El servicio tampoco se queda atrás muy atentos los meseros y buenas recomendaciones de platillos. Lo único que no me gustó fue que el restaurante tiene un valet parking al frente del local que no sé si sea parte del restaurante o no, pero el muy vivo me quería cobrar $5.00 por el servicio de valet parking cuando yo mismo podía haber estacionado el carro, porque el man me lo estacionó ahí mismo, ni que me lo hubiera llevado a otro lado, ahí mismo lo estaciono y luego me bajo el precio a $3.00; ahí fue que me di cuenta que era el man que se quería hacer el vivo en cobrarme $5.00. Claramente no le pagué los $5.00, le di $1.00 y listo y para acabar me estaba hablando feo no se merecía ni el dolar.

el restaurante es muy bonito, la comida es rica y la cantidad está bien. recomiendo pedir varios platos para compartir

es la segunda vez que voy sigo enamorado de la experiencia, recomiendo públicamente y con las manos atadas y luego las pongo en el fuego que van amar la sangrías, he probado tanta sangrías en mi vida y esta no solo tiene sabor sino aroma. las entrañes y el plato fuerte divino. los mariscos lo hacen con un amor que enserio sigo sorprendido por tener la misma calidad de siempre

Quisimos celebrar el día del padre en un restaurante diferente, la verdad es que primera y última vez que vamos a este lugar. Pedimos para compartir una sangría que sabía a jugo de toronja y para nada a sangría. De entradas pedimos un ceviche callejero que estaba bastante normal, el tartar estaba desabrido la faltaba sal y Limón, el pulpo no decía nada wow. Para los plato fuertes pedimos un arroz con pato, una entraña y un lomo saltado. La salsa del lomo saltado estaba como muy reducida y estaba extremadamente salado, el plato viene con un arroz que sabía ahumado y dudo que esa sea la receta. La atención por parte del personal bastante deficiente la verdad. No nos preguntaron si deseábamos algo más pra tomar, tuvimos que pedir el agua porque no la sirvieron por iniciativa propia ni nos preguntaron, para estar prácticamente vacío el restaurante los platos tomaron su tiempo en salir y nisiquiera salieron todos juntos. En fin, no fue una experiencia memorable (buena), no lo recomiendo y seguramente no volvería.

La atencion estuvo excelente! Nuestros favoritos fueron el sushi dragon maki y el sake. el arroz con pato tambien muy bueno!