Del Prado

Siempre es rico venir a comer al Prado, desde las bebidas, las entradas de diversos sabores, los platos principales, también el menú. Los postres deliciosos. Mmmmmm

Comer en Del Prado, siempre es rico. Los desayunos son espectaculares de bueno y la variedad, toda la comida se siente fresco. Los almuerzo muy variables y su presentación amerita verlo. Las bebidas, en jugos, batidos café, deleitan el paladar. Así mismo sus postres. Muy accesibles en precios.

Tienen un menú muy variado y dan siempre un pan con mantequilla muy bueno como acompañante, pero aveces hay mucha gente y tardan en atender.

Un clásico, siempre voy en las noches tarde por ser una opción 24 horas, piso el emparedado de bistec o el Cubano, enorme con porciones generosas de pierna, jamón, queso, por algo este emparedado no trae papas, te llenas con la mitad por gran tamaño. El pan de la casa y los jugos naturales son muy buenos.

Fuimos un halloween en la madrugada.... la experiencia fue terrible. Nos sentamos en una mesa y no nos atendieron, al igual que otras personas que también llegaron. Luego fuimos a la barra y tampoco nos atendieron, así que fuimos directamente a la caja y pedimos para llevar, y vimos la acción en la estacioin de sándwiches donde los cocineros se insultaban con los meseros, wao, qué feo espectáculo. Pedimos club sándwich y nos pusieron como 2 tazas de mayonesa encima de las papitas junto con una rebanada de tomate. Wao. No creo que regrese más!