Hace unos meses fui y tuve una experiencia bastante mala (el lugar estaba muy lleno, la dueña estaba estresada con el hecho de que habĂamos llegado unos 15 minutos tarde a la reserva -porque tuvimos que estacionar en Atlapa ya que no habĂa donde mĂĄs- y obvio nos indicaron que saliĂ©ramos cuando se terminĂł nuestro tiempo lo cual estĂĄ dentro de sus "reglas" pero no es algo positivo si brindas un servicio y no hay nadie esperando la mesa. Aun asĂ, decidĂ darle una segunda oportunidad porque hubieron muchos factores que influyeron en esa vez. RegresĂ© un viernes a las 2:00 pm, y la pasĂ© bien, no habĂa casi nadie y en cuanto a las meseras el servicio siempre ha sido bueno en general. Los Ășnicos dulces que considerarĂa ricos son el de chocolate si eres amante del azĂșcar como yo y el de guineo si prefieres algo menos fuerte. TambiĂ©n he probado el chocolate caliente y la limonada con raspadura; ninguna me ha encantado pero estĂĄn bien para acompañar. Es muy lindo poder jugar con los gatitos y comer algo, al final, es mĂĄs un lugar para eso que un cafĂ© asĂ que si desean visitar les recomiendo que tengan eso en cuenta. No creo que regrese pero no es una mala opciĂłn para pasar un tiempo con tu amig@/pareja si son amantes de los gatitos.
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