Churreria Manolo (Via Argentina)

Fuimos aproximadamente como a las 11 llegamos y solamente pedimos de tomar. para empezar los precios en manolos cada vez lo suben mas y mas es impresionante para lo que realmente es.mis amigos pidieron un te caliente y yo una copa de vino cuando vino la mesera. le dijimos lo de ellos es en efectivo y lo mio en clave no me demore ni un minuto para pararme e ir a pagar cuando ella viene y dice lo cobre todo de ahi no se la cajera lo cobro todo y yo le conteste YO dije que yo voy a pagar lo mio en clave? y fui hasta la caja y le dije a la sra. voy a pagar lo mio con clave. y dice la señoira la caja esta cerrada, no dije nada solo me fui y regrese a mi mesa cuando hay un mesero cubano persiguiendome por atras diciendome que yo no se lo que esta pasado la mesera que ella no sabe como tiene que regresarse a la casa y que esta muy cansada y que por eso ella se equivoco ? que clase de restaurante te cuenta la vida de un mesero. y nisiquiera le reclame como para que el mesero me persiguiera a decir eso a mi. , y que supuestamente uno debe pensar de eso que a una cierta hora el servicio va a ser pesimo porque los meseros se quieren ir. ? obviamente me moleste porque uno no puede decidir que hacer con el dinero del cliente si el dice que solo me cobras lo mio , es solo el de el, la mesera jamas dio la cara. no pidio disculpas, le hecho mas bien la culpa a la cajera. el cubano arrogante hablando de mas , cada vez que hablaba la embarraba mas . el servicio es realmente malo y la comida es muy cara. lo unico bueno de manolos son los churros.

La comida está muy buena, normal, nada del otro mundo. Los churros deliciosos! Y he tenido mala experiencia con los saloneros. El lugar es recomendadisimo para reunirse a hablar de negocios o con familia, buen ambiente, muy tranquilo.

Manolo es un clásico en Panamá, su comida siempre buena , el menú es bastante variado y lo mejor las porciones son bastante . Por lo último no se pueden ir sin tomar su café y los churros son una delicia .

Solo he ido al lugar por sus churros y es que son deliciosos. Cada vez que pienso en un postre recuerdo esta churreria y es que no se me ocurre un lugar mejor para endulzarme. Siempre te sacan una sonrisa y nunca te arrepientes.

Quise sentarme fuera en la terraza con mi perra (ella se porta perfectamente), pero no estaba permitido. Tuve q ir a dejarla en casa y regresar. La verdad, fui porque había quedado ahí, pero me parece muy costoso para lo que ofrecen, por ejemplo el jugo de naranja a $5. Para lo único que volvería son los churros.