Decidí celebrar el cumpleaños de mi pareja en este restaurante por sus buenos comentarios, esperando una experiencia especial. El ambiente del lugar es simplemente encantador, con una decoración que refleja la temática japonesa de manera acogedora y sencilla.
Para la comida, pedí la sushi burger, el plato más recomendado y fue una excelente elección. El tamaño es generoso y viene acompañada de unas berenjenas tempura perfectamente crujientes con su salsa que si se la añades a la hamburguesa es una delicia.
Mi pareja eligió el rollo rockchi, pero desafortunadamente no cumplió con sus expectativas. Lo encontró algo simple, sin nada especial en su sabor.
Un punto que no puedo dejar pasar es el servicio. A pesar de que el lugar no estaba lleno el mesero parecía desatento: al traer los platos olvidó los cubiertos y cuando se los solicitamos solo trajo un juego, a pesar de que éramos dos personas. Para cada cosa, desde los cubiertos hasta la cuenta, tuvimos que llamarlo, ya que no estaba pendiente de nuestra mesa. Además, al momento de pagar, no aplicaron el descuento de la reserva con Degusta a pesar de que lo mencionamos al llegar.
En resumen, la comida tiene puntos altos, pero la experiencia fue opacada por un servicio que necesita mejorar.
