Chiiro

¿Qué puedo decir de este restaurante que no haya expresado ya? Indudablemente, se ha convertido en uno de mis lugares favoritos en el país, y con razón. La ambientación excepcional, las delicias culinarias y unos precios más que razonables hacen que cada velada se vuelva especial. En mi última visita, decidí volver a deleitarme con uno de mis platos predilectos en este lugar: el Yakisoba. La combinación de fideos vegetales, pollo y esa irresistible salsa crea una experiencia culinaria que realmente no necesita complementos. No obstante, en Chiiro, el deleite no se detiene con el plato principal. El postre es una parte esencial de mi visita y, en esta ocasión, tuve la oportunidad de probar por primera vez un helado con una capa exterior frita que, sinceramente, estaba para morirse. Cada visita a Chiiro no solo es un círculo cerrado, sino también un círculo pleno y feliz. Este lugar tiene ese encanto especial que lo mantiene en mi lista de favoritos, y sin duda, seguiré regresando para disfrutar de más momentos redondos y llenos de satisfacción.

Hace mucho quería visitar este restaurante y me llevé una grata experiencia al hacerlo. Tienen un menú muy completo y muy fiel q la comida japonesa. Sus ingredientes son de alta calidad, de un saber muy marcado pero muy agradable y las tamaños lo hacen un gran relación precio/calidad.

Fuimos cuatro personas, cuando llegamos estaba relativamente vacío, pero luego se llenó casi completamente, entonces recomiendo reservar. De entrada pedimos sushi pizza y el takoyaki, ambos platos deliciosos. Para plato fuerte pedimos un rollo para compartir, el Islandia que es de los mejores que he probado, yo probé el ramen de rib eye, que estaba rico pero estéticamente meh, mi hermano pidió el katsudon que tiene buen sabor/tamaño y otros dos rollos que estaban bien, pero el mejor fue el que ya mencioné. El servicio es 50/50, dependiendo de quién te atienda fue lo que noté y tienen una buena variedad de cervezas japonesas y cócteles con sake, yuzu, etc.

un lugar super acogedor! probamos el yakisoba y el ramen, ambos deliciosos y bien presentados. La experiencia fue encantadora y definitivamente recomendable para los amantes de la cocina japonesa.

La comida super deliciosa, con un ambiente tranquilo y muy acogedor, la atención fue un poco lenta, pero atenta a las solicitudes.