Chèvre

Velada de dos y reserva por degusta. No me gustó la ubicación que nos dieron. Le dieron mejor ubicación a personas sin reservación. Tener reservación no vale la pena. La música un poco alta. En momentos nada agradable durante algunos "beats". A pesar de estás "cositas", decidimos que tampoco nos dañaría la velada. Tragos: pedimos sangría y margaritas. Las margaritas muy regulares. Las sangrías (roja y blanca) excelentes! Comida: Compartimos. Pedimos las famosas papás Raclette, buenísimas! Al igual que unos chicharrones estilo español, un home run! Rematamos con un cheesecake de frutos rojos; fresco y viene con un sorbeto también de frutos muy rico. Recomiendo para estar con amigos, más no para una velada de dos.

Es un lugar simpático y acogedor, el menú es variado y bueno, lamentablemente la mayoría de los platos salieron salados, la atención es buena, pero tiene poco estacionamiento y tienen un valet parking de 4$ lo cual me parecio un robo ya que ni el estacionamiento de discapacitado respetan

Hicimos reserva para cenar en el restaurante y nos dieron una mesa en la parte de atrás que es como una terraza, la cual estaba muy fresca ya que tiene con varios abanicos. Queríamos cenar pero decidimos optar por varias entradas ya que queríamos probar varias. La verdad acertamos con la decisión al pedir Pulpo al grill, Torreznos, Croquetas de Chorizo, Tortilla española que aunque no era tradicional (ya que tiene queso) el sabor era muy bueno. Tienen buena selección de vinos y cockteles

Habíamos comido anteriormente en Chèvre y siempre nos gustaba. Esta vez encontramos unos problemas. En primer lugar, los tragos estaban muy aguados. Ordenamos gin & tonics y Aperol Spritzes y los dos no sabían mucho a su respectivo alcohol. Para entradas, ordenamos un pizza deep dish (para compartir entre siete personas), la porchetta market y las papas fritas con queso raclette. Todos eran muy buenos, especialmente las papas con queso. Lamentablemente, los platos fuertes no llegaron al nivel de calidad de las entradas. El socarrat con langostinos estaba super salado con los langostinos casi incomestibles y como guarnición, los tomates cherry llevaba una salsa media dulzón que no combinaba con el arroz crujiente. La pasta fruti de mare tuvo el mismo problema--los langostinos estaban muy salados pero la salsa sobre la pasta estaba casi sin sabor. El filete de res era muy pequeño por $25, Fue servido con bacon duro y acompañado con un puré de papas que llegó frío. El brisket era bueno. Los postres, nada que ver. El flan de queso de cabra era sobre cocido. Es una lástima que un restaurante que siempre nos gustaba ha deteriorado mucho.

Chèvre es chévere. Sin duda. Disfrutamos una noche muy linda en su patio muy acogedor. Esa noche había música de jazz en vivo de una calidad increíble. Para nosotros, según las recomendaciones del restaurant, ordenamos las croquetas de jamón, torreznos españoles, papas fritas con queso raclette y pulpo asado como entradas. (¡No habíamos almorzado¡) Las papas fritas sin dudas eran las mejores papas fritas que yo había comido en mi vida--super crujientes, saladas y con ese queso derretido...uff. Las croquetas de jamón también deliciosas con mucho jamón. Los torreznos españoles estaban crujientes y frescos. Sólo el pulpo no era excelente--un poco salado para mis gustos. Para el plato fuerte compartimos el deep dish pizza. Pasé la mayoría de mi vida en la ciudad de Chicago, famosa por su pizza deep dish y he comido innumerables. La pizza deep dish de Chèvre en comparación era bastante buena repleta de tocino, pepperoni y un montón de queso mozzarella de una calidad incomparable. Era super cremoso pero chicloso a la vez. Aunque el precio del deep dish grande es $60, la cantidad de carne y queso adentro lo justificó. No exagero cuando digo que contenía 2kg de relleno. Aunque ya estábamos llenos, ordenamos postres: cheesecake, fondant de chocolate y tira mi su. Deliciosos todos. El único problema de la noche fue con los postres, los entregaron sin cubiertos. Esperamos más de cinco minutos por tres cucharas y cuando nos las trajo, los helados ya se habían derretido. Para bebidas, tomamos gin & tonics y Aperol Spritzes. Buenos pero nada excepcional. Sobre todo, fue muy buena experiencia. Comimos demasiado y llegamos a casa con las barrigas distendidas, pero muy contentos todos.