Fui con mi mejor amigo a celebrar el fin de año y comimos muy rico! No tuvimos queja de lo que probamos, a excepción del coctel especial de Navidad (sólo sabía a ron y más nada, puede mejorar). Lo más delicioso: los chicharroncitos de entrada con su limón y salsita picante, y el flan de queso de cabra (super cremosito) 😌. El ambiente, impecable: salones exquisitamente decorados: uno con aire acondicionado y otro que es la terraza al aire libre con techado automático, que recomendamos. Al llegar pudimos disfrutar del cielo nocturno hasta que empezó a llover, pero todo se mantuvo bajo control. La atención del personal fue excelente, especialmente la del Sr. Orlando, con su carisma, sentido del humor y amabilidad nos hizo sentir muy bienvenidos, como en casa. Los pequeños detalles: servilletas de tela, la música en vivo, las luces y flores le aportan a la experiencia✨