Casa Stizzoli

Muy buen ambiente ,servicio 1A , Fuimos en familia y todos quedamos satisfechos con el amplio menú . platos favoritos : carpaccio tartufo- gnocchis - pizza - ensalada César , de postre tiramisu y el calzone de nutella 🔝.

apenas llegas sientes esa atención tan genial, amo cuando un lugar tiene las luces tenue pero las luces están en el bar y la cocina dejando como importancia que eso es lo que destaca; otra cosa que apenas me senté fue que el olor de la comida es tan delicioso que me di cuenta que la comida iba ser deliciosa; por favor pidan de entrada Tártara Davide con unas Focshias , ese tartár es la magia , los tragos se notan que son deliciosos y también el Risotto de Nero di sepia aunque la porción es pequeña ENSERIO ES TAN ESPECTACULAR

Un lugar maravilloso, que te lleva fuera de panama. Con un servicio de primera y a la medida del cliente. Y su comida su fuerte, en especial las pizzas y sus entradas.

Lo recomiendo totalmente , una noche de cócteles o vinito con buena comida y buen ambiente. El pan de focaccia está delicioso! Recomiendo la pasta mediterránea con langostinos si te gusta las salsas q no sean pesadas pero llenas de sabor está es la tuya al igual que el parpadelle de langosta, el carpaccio de res súper fresco y con el pan focaccia es un must, la Conchiglioni alla pastora también la recomiendo es como un ragú, lo único que no me gusto fueron las arañitas ellos te dicen que no son apanadas pero estaban súper saladas y duras.

Primera vez en Casa Stizzoli, después de haber estado un par de veces en su restaurante de la 12 de octubre. Son restaurantes totalmente diferentes. El local de Casa Stizzoli es hermoso y acogedor, con una decoración contemporanea, con techos altos, buena iluminación y paredes de ladrillo; las sillas un poco incómodas y pesadas, que al moverlas hacen un escándalo. El servicio atento, aunque puede mejorar. Nuestro mesero algo novato pero con las mejores intenciones. Muy demorado el proceso de pago. La comida entre buena y muy buena. Lo mejor fueron las pizzas, la foccacia (¡muy buena!), unos dátiles con bacon y una salsa Roquefort (excepcionales), y el tiramizu, este último uno de los mejores que he probado en mi vida, con "Lady Fingers" de verdad. Al llegar nos llamó la atención que no se permitiera estacionar de reversa; comentamos "ni que fuera un banco". Luego pregunté la razón y me informaron que esa área del parking estaba pegada a la terraza donde hay comensales; era para no incomodarlos con el humo; me pareció tremendo detalle. Definitivamente un lugar para regresar.