Casa Stizzoli

Me lo habían recomendado mucho, pedimos el plato del WishDish unos raviolis de hongos muy ricos, y una pizza que para mi gusto le falto más queso parmesano. El servicio muy bueno, y muy lindo el lugar.

Fuimos en hora de almuerzo, a pesar de haber hecho reserva, tardaron un par de minutos en llevarnos a la mesa. El ambiente muy moderno, relajado pero elegante. Los meseros muy atentos, sin embargo una de las jovenes en 2 ocasiones confundió las mesas. La comida deliciosa, de entrada pedimos una pizza margarita, la salsa de tomate muy rica. Como plato fuerte pedimos una pasta con mariscos que me encantó, la pasta en su punto, bastantes mariscos, la porción acorde a su precio. De postre les recomiendo el panacotta y el tiramisu.

Stizzoli con un toque mas elegante pero con el mismo sabor tan delicioso y platos unicos para elegir. Desde la focacia, las bebidas y las pastas todo INCREIBLE! Full recomendado.

Me encanto este lugar. La comida fresca, las porciones correctas, buena relacion precio vs calidad y cantidad. La entrada de datiles rellenos de queso y envueltos es guanciale (parecido al bacon) esta fuera de este mundo. La entrada que es de provolone derretido con pan esta ok. Nada del otro mundo. Los platos bien presentados. La ensalads de peras y brie muy rica y abundante, el calzone alla reggina es gigante y delicioso. Facil se comparte entre 2 pero lo mejor de todo fue el postre. Un baguette hecho en casa en horno de leña al momento relleno de nutella, decorado con pistacchios y moras y acompañado de el helado de vainilla. Para compartir entre 4 personas o mas. Al partirlo la nutella de desbordaba. Definitivo repetiria este lugar!

Primera vez en Casa Stizzoli, después de haber estado un par de veces en su restaurante de la 12 de octubre. Son restaurantes totalmente diferentes. El local de Casa Stizzoli es hermoso y acogedor, con una decoración contemporanea, con techos altos, buena iluminación y paredes de ladrillo; las sillas un poco incómodas y pesadas, que al moverlas hacen un escándalo. El servicio atento, aunque puede mejorar. Nuestro mesero algo novato pero con las mejores intenciones. Muy demorado el proceso de pago. La comida entre buena y muy buena. Lo mejor fueron las pizzas, la foccacia (¡muy buena!), unos dátiles con bacon y una salsa Roquefort (excepcionales), y el tiramizu, este último uno de los mejores que he probado en mi vida, con "Lady Fingers" de verdad. Al llegar nos llamó la atención que no se permitiera estacionar de reversa; comentamos "ni que fuera un banco". Luego pregunté la razón y me informaron que esa área del parking estaba pegada a la terraza donde hay comensales; era para no incomodarlos con el humo; me pareció tremendo detalle. Definitivamente un lugar para regresar.