Casa Blanca

La comida es muy buena. Recomiendo la paella San Felipe. El servicio fue aceptable. El local tiene un buen ambiente y música suave, lo que lo convierte en un buen sitio para charlar tranquilamente.

La relación precio-beneficio no es buena. Muy bonito spot, menú variado pero el costo de los platos versus lo que se le da a uno, no es el más equitativo. Sinceramente no volvería a ir pero al que no le moleste pagar $18 por dos patacones montaditos, se lo recomiendo.

¡EL MEJOR MOJITO DE LA CIUDAD! Pídelo como mas te agrade de seguro llenará tus expectativas, siempre este lugar será un buen ambiente para las tardes y noches, el servicio es bastante atento tomando en cuenta la cantidad de comensales que manejan y lo disperso que se encuentran, yo mejoraría un poco el mobiliario del lugar (pero es cuestión de comodidad) Si hablamos de la comida es muy buena, tienen un menú cargado de sabores para todos los gustos y las porciones son adecuadas respecto al precio. Como recomendación no puede faltar el pescado entero frito, el spaghetti con salmon es de mis favoritos y Los patacones a la Morgan. Creo que cae de su peso decir que este lugar sin duda es una opción interesante en cuanto a gastronomía se refiere.

Casa Blanca es y siempre será el restaurante por excelencia del casco antiguo de la ciudad. La atención que te da el servicio es de las mejoras de la ciudad y si ambiente es muy agradable. De noche comer afuera es toda una experiencia. El pescado frito será siempre una buena opción, su sabor es muy bueno y ni hablar de los mojitos; los mejores de todo Panamá.

Visite por 1ra vez este restaurante, la parte de fuera bastante concurrida, por lo que decidimos sentarnos dentro y la pasamos muy tranquilos, desde un inicio nos recalcaron que su cocina cierra a las 8:20 p.m. y el local a las 8:45 p.m., por lo que pedimos todo de manera rápida. La mesera atenta. Nos comunicaron que el menú por código no estaba funcional y que sólo tenían disponibilidad de lo que nos presentaron en una cartilla, pero a pesar de eso como ya íbamos por unos platos en específico, los pedimos y lo aceptaron. Las porciones de lo que pedimos son pequeñas en comparación con sus precios, la copa de sangría es costosa y no estaba deliciosa como leí en los comentarios. Pensaría regresar a este restaurante.