Casa Blanca

Lamentablemente, he ido 3 veces a este restaurante, no sabria que opinar ya que no he probado de todo. La primera y segunda vez fue para tomar unos mojitos, y la verdad estaban ricos y no tienen gran ciencia, a la tercera decidi probar los platos de este restaurante. Esta vuelta que fuimos, tardaron en atendernos... demasiado. Habian unos ''gringos'' al lado de nosotros, y parece que toda la atencion de el restaurante se lo daban a ellos. Luego de que nuestra mesera, nos atendio, nos trajo la comida, NO PASO MAS POR NUESTRA MESA. Pedimos mariscos, y estaban mariscosos y se sentia el sabor de viejo. El servicio, fue malisimo, estabamos sentados al frente del bar, viendo que todos los meseros-as hablaban y se reian, y ninguno venia para atendernos, levante la mano por unos varios segundos para pedir agua para mi y mi novio, otra muchacha vino y solo me sirvio agua a MI. Al final, pense en no dejar tip, pero en la factura ya estaba agregado el ''servicio'', simplemente le reste el tip y me fui.

Estuve comiendo el Domingo pasado e Casa Blanca. La gente me había hablado de este restaurante pero no había tenido la oportunidad de ir. Me gustó mucho el ambiente, el servicio (el mesero encantador) y la comida rica. Repetiré !

Otro lugar "turistico" que tiene mas meritos por su ambiente que por la calidad de la comida. Aunque no es mala, definitivamente no hay esmero culinario pero una acertada recreacion del cliche mediterraneo: mesas al parque con sombrillas, vino, sangria, cervezas y mojitos todos acompaniados de musica en vivo tan alta como generica. La mayoria de las ocasiones que lo hemos visitado ha sido en grupos con mas de 8 personas con la firme intencion de tomar un trago mas que comer bien. El Restaurante cumpe ese cometido. No recuerdo entre las pastas, los mariscos y cualquier otra cosa que probe algo que realmente me llamara la atencion. La recomendacion es mas relacionada al buen ambiente y no a la calidad de la comida.

Fui a almorzar un domingo antes de que se llenara el lugar. Pedimos de entrada los patacones morgan que estaban realmente exquisitos. Los platos que ordenamos estuvieron muy ricos, sólo que el puré de papas estaba algo seco por decirlo así.

Estuve con un grupo de amigos una noche de sábado en que el domingo era feriado. El lugar estaba lleno, pero nos atendieron bien. Pedimos algunas cosas de picar para acompañar unos tragos antes que de llegara el feriado, que tenía restricción en cuando al expendio de bebidas alcohólicas. Pedimos unos hongos portobello rellenos con feta que estaban bien. El mesero estuvo atento a nuestra mesa, y nos advirtió si queríamos tomar algo antes de que fueran las 12am. Totalmente recomendable para una noche tranquila para compartir con amistades.