Cantina del Tigre

restaurante de comida panameña fusión con sabores únicos y acertados. Todos los platos están cuidadosamente elaborados tanto en sabores como en presentación. Mi favorito es el arroz rojo del Darien. Probamos el osobuco (porción enorme!), ceviche de mamon chino (recomendadisimo) coctel de camarones (muy rico pero un poco pasado en picante por tener trocitos de jalapeño), pescado frito (que en realidad son como bites de pescado), pulpo con arroz con coco y los patacones. Es una experiencia para ir cuando quieras darte un gusto ya que los precios son un poco elevados

spot de mariscos overrated en San Francisco. Me parece que los precios están muy altos para las porciones especialmente el arroz del Darien que a duras penas alcanza para dos personas. Super incómodo sentarse en esas sillas plásticas de punta metálica con piso de piedritas….por favor por lo menos pongan grama sintetica sino quieren invertir en un piso decente. Comida ok, nada que diga volveré.

El ambiente está increíble. Parece que fueras entrando a una discoteca de última moda. La terraza con acondicionada con aire da la sensación que estás afuera pero sin el calor sofocante se Panamá. El area interna del restaurante si está algo oscura y parece más un antro que un restaurante. La comida deliciosa y creativa toda. Pedimos el ceviche de camarones que estaba a otro nivel y el ossobucco también con un toque único de arroz con sabor a maíz y plátano. Este último es un plato enorme suficiente para compartir entre 2-3personas. Los patacones se veían increíbles, pero nos llenamos antes de poder pedirlos. El servicio estuvo muy atento pero cambian los waiters que te atienden en total fuimos atendidos por 4-5 personas.

Desde la entrada ya sientes un ambiente distinto y chévere. El valet parking muy amable nos preguntó si teníamos reserva y no teníamos, pero entro a averiguar y con todo y lo lleno que estaba nos ubicaron una mesa apenas entramos. El mismo dueño te da la bienvenida y hasta te lleva los platos a la mesa. La comida es rica, pedimos ceviche de mamon chino y estaba rico, nada wao pero diferente y rico. Los tostones con puerco estaban buenos y la salsita realza el sabor. El emparedado está delicioso, no se dejen llevar por el precio, es espectacular el sabor aunque un poco chico. Vale la pena regresar varias veces pero mejor reservar porque es una ruleta rusa conseguir mesa, hasta el dueño nos lo dijo: Están de suerte!!

La comida es realmente buena. Y la atención muy esmerada. No tienen estacionamiento y es un patio trasero de una casa. Por lo que veo los precios un poco elevada dos por el lugar.