Boulevard Balboa (Avd Balboa)

Tengo mis más y mis menos con este lugar. En mi última visita pedí un sándwich de pierna con mozarella y papas fritas que estuvieron bien aunque algo caras (la tónica del lugar). Mi acompañante pidió un jugo de piña con arroz blanco y un sancocho que también estuvieron buenos pero caros. El servicio no fue tan bueno: lento y demorado como me suele ocurrir, y el mesero no dominaba el menú como corresponde. Resuelve, pero a precios exagerados. Mis experiencias me demuestran que depende de la luna que haya se recibe buena comida/servicio.

Como clásico sus empredados, todos son buenos, pero en platos fuertes de otro tipo también tienen excelente calidad, las costillas de puerco asadas con el acompañamiento que gustes es muy bueno al igual que otros platos. La atención siempre buena y el ambiente igual que siempre, pero como todo en la ciudad sus estacionamientos algo complicado.

El boulevard Balboa para mi es un clásico ejemplo de los restaurantes cafés americanos, tienen un buen ambiente familiar y la estructura del restaurante es llamativa. No se cual sea la receta con la que hacen el pan para los emparedados, pero es exquisito y dulce al paladar. Un Platillo que recomiendo es el Emparedado de Lomo, muy buena carne y a buen precio el platillo. Los jugos naturales especialmente el de maracuya me encanto. El servicio es muy bueno y atento, a mi personalmente me atendieron super bien a pesar de que fui sola y de que no había pedido muchas cosas, son muy pacientes y atentos. LOS FELICITO!!

Buen lugar para esos antojos de desayuno panameño o un buen sandwich. Para mi es imposible ir sin pedir el cubano y el pastel de manzana tibio con helado de vainilla. Cierran algo temprano así que es mejor para las tardes o early dinner

Almorzar en el Boulevard fue una mala elección. Rebosa de clientes y los pobres meseros no se dan abasto tratando de atender tres y más clientes a la vez. Pedimos de entrada ñame frito y salió quemado incomible, hubo que devolverlo. Solicitamos un sancocho de gallina que tardó mucho. El mesero se excusó diciendo que estaba frío y hubo que calentarlo, lamentablemente el mío siguió frío. Para reparar los tropiezos nos dieron abundante pan nada extraordinario. Lo único bueno fue un jugo de maracuyá. Salimos corriendo