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Al entrar la primera impresión fue muy fuerte, el aroma a masa phylo y mantequilla, seguido por el estímulo visual de la nutrida oferta de baklawas, bombones, dulces, panes artesanales y la cantidad de gente, la cacofonía. Mis expectativas por supuesto subieron al cielo (lo cual no siempre es bueno) pedí dos baklawas una quiche lorraine otro dulce cuyo nombre no recuerdo ahora y un capuccino caramel. Cuando finalmente pude sentarme a comer lo primero que me vino a la mente fue "definitivamente no apto para diabéticos" XD hay que estar claros que para disfrutar de buena pastelería griega hay que prepararse psicológicamente para la gran cantidad de azúcar que se va a ingerir, el sugar high que tengo a esta hora es tal que podría darle 3 vueltas al parque Omar. Ahora que esta tendencia se haga extensiva a los helados y bombones no me hace tanta gracia (el sorbet de mango es re-dulce) Para ser justos el Baklawa de nueces fué inolvidable, la quiche nada del otro mundo (el flan pedía a gritos la nuez moscada) El café muy bueno ojo si piden el capuccino caramel no le pongan azúcar. Como fuímos a celebrar el cumpleaños de una amiga el esposo compró un mousse de chocolate y fresas en forma de corazón que compartímos. La mousse de fresas muy fresca y deliciosa al igual que la de chocolate amargo, el bizcocho me dio la impresión que era de aceite de oliva buen detalle. No me gustó que en la cafetería tengan nada mas un barista, por muy bueno que sea el muchacho es imperativo que le contraten un ayudante para que le ayude con la organización de la estación y a colar café cuando estén muy llenos, una buena taza de café como la que me tomé hoy lleva tiempo y esperar tanto baja el ánimo. La próxima vez probaré los sandwiches y el salad bar, los panes tenían muy buen aspecto. Buen detalle el del valet parking.
