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Me recomendaron este lugar y fui a cenar allí por primera vez el sábado pasado. Falta de estacionamiento es lo primero que llama la atención. Debes prácticamente estacionarte a orilla de calle, pegadito ahi para que no te lleve el retrovisor alguno de los carros que transitan. No se me ocurriría ir a almorzar por temor a no encontrar donde parar el carro. El restaurante está en una calle "one way" que desemboca en Vía Argentina. Por lo general está repleta de carros esa área. Gente atrás pitando y te pasastes el restaurante. Quedas muy lejos o te espera tremendo vueltón, con riesgo que pueda ocurrir exactamente lo mismo. Pedimos cervezas Cusqueñas, Ceviche, Pulpo a la Parrilla y Arroz a la Chiclayana y flan. Las Cusqueñas llegaron, como dirían los dominicanos, vestidas de novia. Ceniza en la botella, en su punto de congelación... de un sorbo me tomé la primera. El ceviche, no el mejor de los peruanos pero muy bueno. Recomendado totalmente. Ponemos a un lado la leche de tigre para bañar el arroz cuando lo traigan. El arroz: no el mejor pero muy bueno. De los 6 o 7 restaurantes peruanos que he visitado en Panamá, lo pongo ahi de 3. El pulpo a la parrilla fue la estrella de la noche. En su punto.. tierno y muy noble. Situado entre tomates cherry y pedazos de brócoli que le dan un buen toque. Simplemente delicioso. El flan se dice que tenía un "toque de coco" (lo cual fue lo que me sedujo y me motivó a pedirlo en lugar de las otras sugerencias) pero era un toquecillo al parecer demasiado tenue que nunca en realidad llegó al paladar. La atención fue muy esmerada con la excepción de estar pendinete a lo del agua. Me gustan los lugares que simplemente te dejan la jarra ahi para que uno beba a placer, especialmente cuando se llegar al lugar con el radiador seco. No fue así y tenía que cazar al mesero para el agua. El lugar tiene su clientela así que para eso hay que esperar un poco a veces. Voy de nuevo a ver qué más hay de bueno en ese menú.
